Este viernes, en el marco del Día Mundial sin Automóvil, la consigna era dejar el carro en casa y aprovechar el transporte público o la bicicleta para movilizarse por la ciudad.
Sin embargo, las calles josefinas, cartaginesas y heredianas mostraron su misma cara de siempre: una persona por automóvil, inmersa en una presa.
En otras palabras, la mayoría de los ticos no fueron capaces de prescindir del carro por un día.
Aún así, los promotores de la movilidad urbana sostenible no se desalentaron y organizaron cleteadas, ferias y campañas en redes sociales.
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"Aunque cuesta mucho, este año veo una mayor anuencia por parte de los compañeros de caminar para venir al trabajo, compartir carro o utilizar el transporte público", comentó Carlos Araya, funcionario del Programa de Gestión Ambiental de la Universidad Nacional (UNA).
El Día Mundial sin Automóvil se celebra desde 1994, cuando las ciudades de de Reikiavik (Islandia), La Rochelle (Francia) y Bath (Reino Unido) motivaron a sus habitantes a preferir otras formas de transporte diferentes al carro.
En el año 2.000, la Unión Europea adoptó la iniciativa y se dio a la tarea de divulgarla en otros países. De hecho, el 22 de setiembre se escogió como fecha para que coincidiera con la Semana de la Movilidad de la Unión Europea.
Actualmente, países como Colombia, México y recientemente Costa Rica se han unido a la celebración.
Araya pone sus esperanzas en las nuevas generaciones para que sean estas las que impulsen los ideales que se promueven este día. "Las veo más abiertas, más conscientes y sensibles, ambientalmente hablando. Siento que tratan de buscar soluciones en conjunto y se ayudan entre sí, lo cual es positivo. Todavía falta, pero los jóvenes son los que están educando a los adultos", dijo el funcionario de la UNA.
Los jóvenes, de hecho, fueron los que abrazaron el Día Mundial sin Automóvil en Costa Rica y aprovecharon la fecha para abogar por el uso de la bicicleta, el respeto en carretera y más infraestructura como ciclovías.
Más bicicletas en la calle
Si bien Camila Moya practica el triatlón y, por ende acostumbra a andar en bicicleta, este viernes su misión distaba de lograr un mejor tiempo o ganar una medalla.
En el Día Mundial sin Automóvil, Moya participó en la cleteada organizada por la Municipalidad de Cartago para promover el uso de la bicicleta como medio de transporte.
"Usar la bici, para ir al cole o hacer mandados, es mucho mejor porque no hay presas", dijo Moya, quien recorrió la ciclovía cartaginesa en compañía de 30 estudiantes del Colegio Bilingüe Jorge Volio.
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Bernard Mullins, encargado de Deportes y Recreación de la Municipalidad de Cartago, ve otro beneficio al uso de la bicicleta: evitar el sedentarismo al aumentar la actividad física y, con ello, adoptar un estilo de vida más saludable.
Esto no solo compete a la salud física sino también a la mental, dijo Mullins. "Ojalá la gente utilizara más la bicicleta y el transporte público. De esta manera nos liberamos de tanta presa y estrés en las calles", comentó el funcionario municipal.
El Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) se unió a este esfuerzo por promover el uso de la bicicleta a través de una feria, donde se invitó a ciclos para que estudiantes y funcionarios los conocieran y así tuvieran opciones para llevar a reparar sus bicis.
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Según Andrea Acuña, de la Unidad de Gestión Ambiental del ITCR, esta universidad está ampliando los parqueos para bicicletas y promoviendo su uso entre profesores, estudiantes y administrativos para así aprovechar la existencia de una ciclovía en Cartago.
Asimismo, este centro de educación superior incentiva el carpooling (acción de compartir el automóvil entre varias personas) entre funcionarios y estudiantes. "Incluso es ventajoso desde el punto de vista social, ya que se puede conocer a gente que resulta que es vecino y uno no sabía que trabajaba en el mismo lugar", destacó Acuña.
Al otro lado de la Gran Área Metropolitana, en Heredia, la UNA organizó también una feria donde se exhibieron diferentes tipos de bicicletas aptas para desplazamientos urbanos.
También, gracias a la participación de Bici Chocolate, se hizo una demostración de bicimáquinas. Esta empresa familiar, dedicada a la fabricación de chocolates artesanales, confeccionó una serie de aparatos como licuadoras y molinos que emplean el mecanismo de la bicicleta para proveer energía al utensilio.
De esta forma, y según Andrés Ulate, la energía es aportada por el mismo ser humano a partir del movimiento y esto hace que la operación de la empresa sea más limpia.
Compartir la vía
"Aparte de que abundan los carros, hay mucho estrés en la calle y llega un momento en que la gente se vuelve incontrolable y no respeta a quien va a la par y eso es lo que provoca accidentes. Tenemos que concientizar a los choferes de carro y bus para que respeten a las personas que andan en bicicleta", manifestó Mullins.
Las personas aprovecharon el Día Mundial sin Automóvil para abogar por el respeto en carretera y la anuencia a compartir la vía entre los diferentes tipos de medios de transporte.
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"Es consciencia de todos, incluso de nosotros los ciclistas. A veces uno ve que se cometen imprudencias de ambas partes y por eso se debe abogar por el respeto", comentó Jeimy González, quien es estudiante del ITCR y participó de la cleteada.
Por esa razón, Bicibus -grupo de personas que brindan acompañamiento a quienes empiezan a utilizar la bicicleta como medio de transporte- imparte talleres de ciclismo urbano para informar a las personas tanto de sus derechos como sus deberes como actores viales, ya que la bicicleta es considerada un vehículo.
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"Andar en bicicleta no requiere licencia, pero eso no nos exime de un buen comportamiento en la calle. Uno de los puntos en que hacemos énfasis es hacerse visible como ciclista para evitar accidentes y justamente eso implica utilizar todos los implementos de seguridad como casco, cintas reflectivas y luces así como hacer las señas cuando se cruza a la derecha o a la izquierda", explicó Karla Gutiérrez, quien es instructora de Bicibus.
Ellos venden cintas reflectivas para ciclistas en ¢2.500. Por la compra de una, se confeccionan dos más que se donan a personas en zonas rurales. "En estos lugares, el uso de la bicicleta es masivo, pero se carece de implementos de seguridad. Las cintas las regalamos en los talleres que impartimos", dijo Gutiérrez.
Dado que aún no existe una cultura de respecto al ciclista, Bicibus promueve que las personas viajen juntas para una mayor seguridad.
"Las personas que están incursionando en el mundo del ciclismo urbano por primera vez, nos pueden contactar y podemos coordinar para diseñarles la mejor ruta y también la más segura. También contactamos a personas que tienen una misma ruta para que se pongan de acuerdo y así ir todos juntos, lo que eleva la seguridad y la confianza", manifestó Gutiérrez.
A los instructores de Bicibus se les puede contactar a través de Facebook: www.facebook.com/BiciBusAlTrabajoEnBici/
Más infraestructura
"Los carros no respetan y se le meten a uno. Por eso son importantes las ciclovías", declaró Moya, quien utiliza la bicicleta tanto para entrenar como para desplazarse por las calles cartaginesas.
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¿Qué se necesita para masificar el uso de la bicicleta? "Más ciclovías", coincidió González y agregó: "En la ruta que va desde Paraíso hasta Cartago, por ejemplo, viaja mucha gente en bici en su camino al trabajo y es bastante peligroso. Una ciclovía facilitaría muchísimo las cosas".
De hecho, la cleteada con motivo del Día Mundial sin Automóvil hizo uso de la ciclovía de seis kilómetros en la ciudad de Cartago y los estudiantes aprovecharon las bicicletas públicas que se alquilan en la estación de tren.
Esas bicicletas las dejaron en la estación de alquiler ubicada en el ITCR. También existe otra estación de alquiler en el Colegio Universitario de Cartago.
Para Mullins, los sistemas intermodales -donde las personas tienen acceso a diferentes opciones de transporte como estaciones de bicicletas ubicadas cerca de estaciones de tren o buses- favorecen la movilidad urbana sostenible.
Esa inversión en infraestructura podría ayudar a masificar el uso de transporte público y la bicicleta en pro de ciudades con menos carros y, por ende, menos presas y ambientalmente más sanas.