Preferimos las voces que son similares a la nuestra porque son portadoras de un sentido tranquilizador de pertenencia social a la comunidad.
Así lo explican científicos de la Universidad de British Columbia en Canadá, luego de identificar los rasgos acústicos que las personas consideran atractivos en las voces de hombres y mujeres.
Específicamente, determinaron una preferencia por los sonidos de una voz masculina profunda, como la de Barry White, mientras que entre las voces femeninas fueron preferidas las susurrantes, como la que tenía Marilyn Monroe.
Esto porque una voz así se asocia con la juventud, mientras que las voces chirriantes se ligan más bien con una persona que no goza de buena salud.
Además, los científicos vieron que, independientemente de si se trata de una voz femenina o masculina, las preferencias auditivas están relacionadas con el grupo del cual forma parte quien oye la voz.
Por eso, aunque las personas prefieren las voces que suenan como la suya debido a que les da cierto sentido de pertenencia social, encuentran atractivas las de acentos extranjeros, que remiten a lo exótico y a lo novedoso, porque están fuera del rango de familiaridad.
Eso sí, aclara la investigadora en el sitio de la universidad, cuáles acentos resultan más atractivos que otros es producto de los estereotipos sociales que se asocian con ellos.