Los planes de don Roberto Arias de construir su casa en un tranquilo recinto en las montañas de San Ramón de Alajuela, tendrán que esperar.
El descubrimiento de una tumba del periodo precolombino tardío obligó a hacer una pausa en las labores de construcción, pero eso a él no le preocupa.
“Yo puedo esperar; para mí lo importante es que estos señores arqueólogos hagan todas las investigaciones y puedan rescatar este gran tesoro histórico”.
Don Roberto es propietario de dos manzanas de terreno en el planea construir una casa más grande que la que tiene actualmente “para estar más cómodos” él, su esposa y un hijo que vive con ellos. “Yo creo que la historia de nuestro país y de nuestras comunidades se debe preservar. No debemos olvidar el pasado”, dijo.
Arias se mostró abrumado por la gran cantidad de curiosos, periodistas y fotógrafos que se acercaron al lugar para ser testigos de la excavación. “Se siente uno grande”, dijo, entre risas .
El arqueólogo Ricardo Vázquez, del Museo Nacional, destacó este hallazgo como un gran aporte para la cultura local.
“Es importante para la comunidad pues abre una página para la historia de San Ramón, que no había sido desvelada. En este país necesitamos más personas como don Roberto con una conciencia sobre el patrimonio”.
Emilio Araya, vecino de la zona, no se perdió detalle de la excavación. “Estoy muy impresionado; en realidad, yo no sabía nada sobre estos temas y me parece muy interesante todo lo que ha explicado el arqueólogo sobre la forma en que enterraban los indígenas a los muertos”, reconoció.
En la tumba se encontraron osamentas de tres individuos adultos, artefactos de cerámica, fragmentos de ellos, así como dos cuentas de collares del siglo XVI, lo que revela que hubo contacto entre los indígenas y españoles.