Tel Aviv y Barcelona son ciudades inteligentes que ya experimentan los beneficios de la Internet de Todo (la conexión entre personas, cosas, datos y procesos). Entre esas ventajas destacan la entrega a sus residentes de recordatorios sobre arreglos viales, eventos culturales o fechas importantes en sus dispositivos móviles.
En Latinoamérica, experiencias como esas aún son escasas y tardarán en llegar mientras no se superen ciertas debilidades, según Didier Mora, ingeniero de Cisco para la región de Centroamérica.
Entre los retos que se deben superar se encuentran mejorar el manejo de los servicios en cada país, la educación de los ciudadanos para que sepan manipular estas nuevas tecnologías y mejor infraestructura.
“Los presupuestos de los gobiernos centrales de la región son reducidos y pensados a corto plazo, mientras los proyectos de Internet de Todo representan una inversión inicial alta y necesitan del adecuado seguimiento”, dijo.
Otra limitación, según Mora, es que las empresas locales aún tienen dificultades para ofrecer una gran gama de sensores y software necesarios para captar, procesar y transmitir grandes cantidades de información, que se generan en la época actual.
A estas limitaciones se une la necesidad de nuevas leyes o normativas, según el analista costarricense radicado en Estados Unidos, Daniel Ramos, de la empresa Pyramid Research .
El experto considera que es preciso definir cuáles serán las reglas del juego con respecto al uso los datos y la seguridad de estos, en temas tan variados como energía y salud.
Primeros pasos. En países como Brasil, ya se acordó una ley como la SIMRAV, la cual establece que a partir de este año, todo auto importado o fabricado en ese país debe tener chip de rastreo.
Lo anterior estimula a operadoras móviles o fabricantes de carros a desarrollar servicios relacionados con el auto conectado.
Sin embargo, algunas de las iniciativas disponibles gracias a estas nuevas tendencias, como los medidores inteligentes que se pueden colocar en los hogares, para entender cómo se hace el consumo de la energía o el agua, aún tienen costos muy elevados.
A pesar de los obstáculos, el analista Ramos considera que los países latinoamericanos pueden incursionar y sacar provecho de la Internet de Todo, en sectores como la agricultura realizando monitoreo de cosechas o bien, con el tema de la seguridad (en el rastreo de buses o taxis).