Washington. La familia presidencial de Estados Unidos, reconocida por su amor a los perros, ahora se animó a incorporar una gatita a la Casa Blanca.
Eran muchos los rumores que una graciosa felina andaba maullando y jugueteando por varios pasillos de la morada presidencial. Pero hasta ahora se confirma.
“Sí, es cierto”, reconoció la primera dama, Jill Biden, en una entrevista del programa Today, que fue transmitida el pasado viernes en la cadena televisiva NBC.
LEA MÁS: La Casa Blanca vuelve a tener mascotas presidenciales
Pese a la confirmación, los Biden todavía no han mostrado públicamente su nueva mascota, que tendrá que convivir con dos pastores alemanes algo inquietos. Todavía no se conoce su nombre.
Desde antes de las elecciones, es que Jill Biden intentaba convencer a su esposo, Joe, de acoger un gatito en su familia. “Me encantaría tener un gato. Adoro tener animales en casa”, había afirmado en una entrevista con la cadena Fox.
Once años sin gatos en la Casa Blanca
El último gatuno en la residencia presidencial fue la famosa India, con George W. Bush, quien estuvo en el poder hasta 2009. La gatita negra raza shorthair americano, sin embargo, murió poco antes de abandonar la Casa Blanca, a la edad de 18 años.
Bill Clinton, mandatario que antecedió a Bush en el poder, también tuvo una mascota felina, el gatito Socks (Calcetines, en español). Recibió ese nombre por las manchas color blanco que tenía en las patas, que contrastaba con el resto de su pelaje negro.
Calcetines fue tan famoso que su muerte originó el Día Internacional del Gato. Murió el 20 de febrero de 2009, por esa razón se conmemoran los gatitos esa fecha cada año.
Para encontrar otro felino en la Casa Blanca hay que remontarse a la presidencia de Jimmy Carter. Tenía un nombre algo particular: Mitsy Malarky Ying Yang.
Perros traviesos
Entre los pocos detalles que quiso revelar en la entrevista la primera dama, se encuentra el sexo de la mascota. Es hembra.
La gatita tendrá que convivir con dos pastores alemanes que, ciertamente, no se han portado nada bien en su reciente llegada a la Casa Blanca.
A Major, exrrescatista, se le reconoce por ser bastante buliicioso. El joven animal es fiel compañero de otro pastor mucho mayor, Champ.
Este último animal sigue sesiones para mejorar su comportamiento, desde abril, luego de haber protagonizado varios incidentes de mordeduras, en la residencia presidencial.
Ahora, el ansioso Major también tendrá que usar sus nuevas habilidades con un gato. “Eso fue parte de su entrenamiento. Lo llevaron a un refugio con gatos y le hizo bien”, dijo Jill Biden.
El presidente Joe Biden dijo que el comportamiento poco presidencial del perro se debió a que el can se vio sorprendido por la masiva presencia de agentes del Servicio Secreto y otras personas en el concurrido complejo de la Casa Blanca.
Yes Major. So many humans watching us. Don’t be scared tho. I’m here.
— The First Dogs of the United States 🇺🇸 (@TheFirstDogs) April 1, 2021
- Champ 🐾 pic.twitter.com/Sefxipqpra