Oviedo (España). El escritor alemán Hans Magnus Enzensberger ganó el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2002, fallado en la ciudad española de Oviedo el miércoles último.
El jurado se decantó así por "la hondura y la extraordinaria variedad de una obra que incluye poesía, ensayo, pensamiento filosófico y científico, drama, reportaje, reflexión política y narración", según un comunicado.
Añadió que las obras del ganador "son una valiosa aportación al debate contemporáneo porque ofrecen un agudo análisis crítico de los problemas que afectan a las sociedades actuales, como las perversiones del poder, los totalitarismos, las mentiras sociales o el derrumbamiento de las utopías".
Enzensberger nació en la localidad alemana de Kaufbeuren, en el estado federado de Baviera, en 1929. Realizó estudios de germanística, literatura y filosofía en las universidades de Erlangen, Friburgo, Hamburgo y la Sorbona, esta última en París.
Trabajó como redactor en la radio de Stuttgart y ejerció la docencia hasta 1957, año en el que publicó su primer libro, Justificación de los lobos, y pasó a alternar esta actividad con la literatura y las tareas editoriales.
El autor de obras como Poesías para los que no leen poesías y Europa, Europa está considerado como uno de los escritores más polifacéticos del pensamiento actual. Su obra ha sido traducida más de veinte idiomas.
Además de por su producción literaria, Enzensberger se ha destacado como intelectual comprometido en Alemania al tomar partido en diversas polémicas.
Mostró abiertamente su rechazo a la controvertida reforma de la ortografía en Alemania y criticó las traducciones de dudosa calidad de las obras de teatro de Federico García Lorca, a quien finalmente él mismo traduciría.
Crítico y temperamental, Enzensberger proclamó en 1958 "la muerte de la literatura" y nunca ha abandonado su carácter irónico y satírico.
Entre los premios con los que ha sido galardonado, destacan el Hugo Jacobi (1956), el de la Crítica (1962), el Georg Büchner (1963), el Pasolini (1982) y el Heinrich Böll (1985).También ha recibido galardones como el de la Academia Bávara de Bellas Artes en 1987; el premio Ernst Robert Curtius, recibido en 1997, y el Heinrich Heine, en 1998, otorgado por la ciudad de Dusseldorf.