El esposo de doña Heraides Bolaños solicitó un crédito al Banco de Costa Rica para arreglar la casa. Al año y seis meses después, sufrió un infarto y murió. Ella se comunicó con el banco y este le explicó que había una póliza que lo cubría, pero luego le informaron de que existía una cláusula que decía que como el esposo había muerto antes de los dos años después de solicitar el préstamo, la póliza no lo cubría. Ella asegura que acompañó a su esposo en los trámites y nunca supo de tal condición.
“Tuve que enjaranarme porque me llamaron que ya me iban a quitar la casa, porque duré dos meses sin pagar, busqué plata prestada, me puse al día con los pagos y cuando oí eso de los Consumidores Libres, fui donde esa señora Adriana. Buscamos todos los papeles y lo metimos al contencioso-administrativo”, contó la señora.
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