Intel representa el 6% del total de la producción del país, que, dicho en colones corrientes, se traduce en ¢1,2 billones.
El Banco Central estima que la producción del país en el 2012 cerrará en ¢20,5 billones.
Para que usted se dé una idea del impacto de la transnacional en nuestro país, los ¢1,2 billones equivalen a la mitad del presupuesto del 2012 de la Caja Costarricense de Seguro Social.
También es siete veces mayor al empréstito por ¢180.000 millones que el Banco Interamericano de Desarrollo otorgó al país para infraestructura vial.
La huella de Intel en la actividad económica de Costa Rica fue estimada por la firma Consejeros Económicos Financieros S. A. (Cefsa), con motivo de los 15 años de esa transnacional en el país. Intel inició operaciones aquí en 1997.
Otras variables. En una presentación efectuada anoche ante altos ejecutivos de Intel y funcionarios del Gobierno, Alberto Trejos, de Cefsa, detalló que la transnacional es la principal empresa exportadora en Costa Rica.
En los últimos cinco años, la firma ha vendido, en promedio, al exterior microprocesadores para servidores por el orden de los $2.060 millones anuales.
Esto representa casi una quinta parte del total exportado por el país en el 2011: $10.502 millones. Lo anterior es posible gracias a una planilla de 2.800 empleados que trabajan de manera directa.
Un dato adicional: desde el 2007 hasta el 2011, las compras de Intel a proveedores locales pasaron de $20 millones a $63 millones.
Reacciones. Steve C. Megli, vicepresidente mundial de Tecnología y Manufactura de Intel, reconoció el impacto de la transnacional, al tiempo que aseguró que se trata de “una enorme responsabilidad”.
“Cuando comenzamos en 1997, nuestro compromiso inicial fue invertir $150 millones. Para nosotros fue una gran decisión comenzar aquí y, desde luego, estamos conscientes del impacto de Intel en el país, especialmente porque 15 años después hemos invertido cerca de $1.000 millones”, dijo Megli.
El alto ejecutivo agregó que, como muestra del compromiso con el país, la compañía invertirá este año $80 millones en modernizar los equipos, de cara a la producción de un chip mucho más avanzado (22 nanómetros).
Marta Castillo, vicepresidenta ejecutiva de la Cámara de Industrias, aseguró que la empresa generó un efecto dominó en la atracción de más empresas dedicadas a alta tecnología.
Información de la Coalición de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) apunta que el país cuenta ahora con 47 empresas de manufactura avanzada (como Intel), 41 en ciencias de la vida y más de 100 en servicios, que generan cerca de 70.000 empleos.