EscucharEE.UU (AP). Newt Gingrich ha apostado su aspiración a la candidatura presidencial republicana en un sólo punto: que es el mejor posicionado para derrotar al presidente Barack Obama.
Sin embargo, incluso a algunos simpatizantes del ex presidente de la Cámara de Representantes les cuesta trabajo creer esa afirmación, posible indicio de que los esfuerzos de su principal contrincante, Mitt Romney, para restarle méritos podrían estar funcionando.
“Vencer a Obama es más importante que cualquier otra cosa”, afirmó Patrick Roehl, ingeniero en sistemas informáticos, en medio de un acto proselitista de Gingrich dentro de un hangar en el aeropuerto de Sarasota esta semana.
“Puede ganar Newt? No estoy seguro. Tiene muchos aspectos importantes en contra”, afirmó Rohel, de 51 años.
John Grainger, de 44 años y ayudante de golf profesional, dijo que Romney le desagrada, pero tiene dificultades para superar el escepticismo hacia las posibilidades electorales de Gingrich.
“Yo quiero ser partidario de Newt”, afirmó Grainger. “ Este señor va a tener las agallas para pararse enfrente y hablar, sin restricciones”.
Sin embargo, Grainger dijo que no está totalmente listo para apoyar al ex presidente de la Cámara de Representantes con el fin de que sea el abanderado republicano.
Las entrevistas con más de una decena de electores republicanos que han asistido esta semana a actos proselitistas multitudinarios de Gingrich dejan entrever que adoran el estilo impetuoso del ex legislador, pero también tienen dudas en torno a si su estrategia de lanzar ataques intelectuales por sÍ sola sería la mejor opción para enfrentar a Obama.
Romney y sus aliados han dedicado la semana a atizar esas dudas entre los republicanos de Florida en antelación a las elecciones primarias del martes en este estado.
Y la corriente dominante del Partido Republicano ha comenzado a ayudar al ex gobernador de Massachusetts a que logre su propósito, aplicándole crÍticas a Gingrich en toda ocasión posible.
En sus presentaciones en televisión así como en actos proselitistas, Romney y sus aliados exaltan constantemente lo que consideran cuentas pendientes de Gingrich, como contratos de asesoría e investigaciones sobre presuntas violaciones a la ética.
Y han dicho que podría salir a relucir más ropa sucia en el tercer trimestre, cuando quien sea el candidato republicano se encuentre en plena campaña electoral contra Obama.
Gingrich no se ha quedado callado ante las críticas en su contra.
En sus actos proselitistas, en entrevistas televisivas, en teleconferencias y en sus mensajes para recaudar fondos, ha insistido en que es el único que puede derrotar a Obama. Como demostración cita su triunfo con ventaja de 12 puntos porcentuales en las elecciones primarias de Carolina del Sur.
Según encuestas de salida efectuadas durante las primarias en Carolina del Sur, una mayoría de electores republicanos, 51%, aseguró que Gingrich era el más apto para derrotar al presidente demócrata.
