Jorge Luis Borges acarició a sus gatos Beppo y Odín con sus manos y con sus sonetos. Sobre cualquier gato anónimo, Pablo Neruda dijo que “sus ojos amarillos dejaron una sola ranura para echar las monedas de la noche”.
Del gato se habla mucho, y, si hay duda de ello, solo basta visitar las páginas
En el Centro Cultural de España, en Barrio Escalante, se exhibe
El grabador Hernán Arévalo organizó la muestra en El Farolito. De la curaduría y el montaje se encargó Julio Gálvez, y suya también fue la idea de que el público pintara sus propios felinos en las paredes de la galería. Con gatos y
Según Hernán Arévalo, la reunión es un homenaje a esa obra. Arévalo, a quien le impresiona la ferocidad en la mirada del niño, destaca un conflicto clásico en dicho grabado: el del hombre contra la bestia. (Véase el recuadro.)
Las obras de la exhibición datan desde 1969 –año de la obra de Amighetti– hasta el 2010. Los artistas pertenecen a distintas generaciones y usan varios estilos. “Uno puede abordar la imagen de un gato desde el realismo o desde la síntesis más pura, dejándole solo sus líneas”, afirma Arévalo.
Por ejemplo, Fabio Herrera presenta varias serigrafías en las que únicamente sugiere la presencia felina, como, por ejemplo, una mancha negra, orejuda y con bigotes en
Por el contrario, el artista más veterano de la muestra, Luis Paulino Delgado, ofrece un grabado en madera en gran formato con un estilo realista y cercano al expresionismo. Su obra
Mediante la misma técnica xilográfica, Carolina Córdoba brinda las obras más pequeñas:
Tapia presenta la serigrafía de colores estridentes
Al igual que en la obra de Tapia, los gatos abundan en el trabajo de Gustavo Serrano, quien ha dedicado sus grabados a retratarlos, así como a las figuraciones femeninas. Él exhibe
Otra artista afín a estas mascotas es Florencia Madrigal, quien no muestra un grabado, sino una plancha intervenida de grabado en metal. La obra recuerda esa vertiente escultórica que tiene el oficio del grabador, y en ella se muestra el retrato de un gato y una mujer.
Los claroscuros tan típicos en las obras de Rudy Espinoza retornan en xilografías como
La pintora Florencia Urbina se aleja de la tradición del grabado y participa con obras muy espontáneas: dos estampas digitales y una serie de estudios de caras de gatos hechos mediante lápiz sobre papel. Por su parte, Alberto Murillo muestra que, además de sus series con aves y con toros, también ha trabajado con felinos.
Contra lo que se pensaría, al organizador de la muestra, Hernán Arévalo, no le agradan tanto los gatos como le gusta su estampa. Él, tan afín a la animalística, brinda tres cromoxilografías:
El escritor español Francisco Umbral fue un amante de los gatos y dijo de ellos que son una “obra maestra de rombos y triángulos”. Sin exagerar, la historia del arte nos enseña que la pasión felina es vieja como las pirámides. Exagerando más, Umbral también dijo que nada como el gato “condensa ese juego de horror, electricidad y fuerza bruta que es el mundo”.