Las exportaciones a América del Sur reflejan la mayor demanda de bienes que ocurre en las economías emergentes en esa región, pero aún Costa Rica no explota las oportunidades existentes debido a barreras comerciales, costos de logística y desconocimiento de la dinámica de ese mercado.
Las ventas del país a Suramérica alcanzaron $259,7 millones en el 2011, eso es 15% más que en el 2010. Mas, esa región es apenas nuestro sexto destino de ventas (por debajo incluso de Asia y el Caribe), aún y cuando son economías que muestran un atractivo crecimiento: este año 2012 alcanzaría entre 3,5% y 5%, según el Fondo Monetario Internacional.
Pese a que la demanda de productos ticos aumentó en Argentina, Venezuela, Ecuador y Perú, decayó en Brasil, Chile y Colombia.
Estas tres últimas son economías con oportunidades de negocios e industrias expansivas, como lo muestra el caso colombiano (Aval compró BAC Credomatic, y Banco Davivienda la operación centroamericana de HSBC) y el brasileño, considerado posible motor económico de la región suramericana a mediano plazo y con dos espectaculares aceleradores en estos dos años: Olimpiadas (2012) y Final Mundial de Fútbol (2014).
Mónica Araya, presidenta de la Cámara de Exportadores (Cadexco), rechazó que Suramérica sea un mercado relegado, pues por tradición las exportaciones de Costa Rica van a Estados Unidos, Europa y Centroamerica. Destacó que algunos países del sur mejoraron su posición en el ranquin de los 50 principales socios comerciales. Además se hacen esfuerzos para mejorar el comercio con la región.
Todo esto hace a esas economías más competidoras que complementos para Costa Rica.
La falta de tratados de libre comercio (TLC), excepto con Chile, impide desarrollar una relación más estrecha, por lo que se ve como urgente la aprobación legislativa del acuerdo con Perú (negociado hace un año) y las posibilidades de un tercer convenio, con Colombia.
Álvaro Piedra, gerente de Promoción Comercial de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), indicó que así se diversificaría el esfuerzo hacia la región.
También aumentaría el comercio. Anabel González, ministra de Comercio Exterior, argumentó que el TLC con Chile– suscrito en el 2002– elevó el flujo comercial (16% anual), al tiempo que el crecimiento de las exportaciones (30%) duplicó el de las importaciones (14%).
Ayudaría también el avance en transporte (nuevas rutas de compañías aéreas), el incipiente interés por Colombia y Brasil, el cambio en la estrategia de promoción en Chile y la posible apertura de la oficina comercial en Lima.
Para los empresarios es necesario ir más allá, pues se requiere la transferencia tecnológica y mejoras de infraestructura (portuaria y de carreteras), costos de energía y financiamiento.
“No se puede pretender que con TLC, por defecto, el comercio se incrementará”, dijo Luis Obando, asesor de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
A la vez las empresas deberán ver el Sur sin timidez.
“Sabemos poquísimo de Suramérica”, señaló Alexander Mora, presidente de la Cámara Costarricense de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic). Y agregó: “Lo vemos menos como mercado meta. Hay que redefinir estrategias”.