Parecería que les preocupaba la amenaza equivocada.
China está exportando solo unos cuantos miles de automóviles a Europa y, prácticamente, ninguno a Estados Unidos.
Sin embargo, aumentan las exportaciones destinadas a mercados emergentes, mientras que su propio mercado automotriz se desacelera y sus fabricantes siguen metiendo miles de millones en nuevas fábricas.
Compradores menos frecuentes desde Santiago, en Chile, hasta Bagdad, capital de Irak, empiezan a adquirir coches chinos baratos en lugar de usados, motocicletas y modelos austeros que venden las multinacionales.
Las exportaciones de automóviles chinos aumentaron 21% en los primeros cinco meses de este año y 43% en mayo, respecto al 2011.
Los compradores son hombres y mujeres como Jéssica González, una agrónoma de 43 años de edad, en Santiago.
Tras ser dueña de varios coches usados, quería que el siguiente fuera nuevo, pero los precios de los modelos más conocidos de compañías japonesas, europeas y estadounidenses no estaban a su alcance.
Aunque su mecánico criticó la calidad de los automóviles chinos, terminó escogiendo un Chery S21 porque es espacioso y está bien equipado.
“El factor precio es bastante decisivo”, dijo González. “Pagué $5.500 por uno nuevo y completo. Un Toyota de características similares cuesta alrededor de $12.000”, añadió convencida de su compra.
Los fabricantes chinos de automóviles dijeron que preparan una mayor expansión en las exportaciones a países en desarrollo.
Hace 10 años el mercado nacional vio la incursión de una marca de autos de origen chino. Hoy, siete fabricantes provenientes del gigante asiático compiten en el país con marcas japonesas, coreanas, alemanas y estadounidenses.
Ellas son Great Wall (la pionera), JMC, Geely, Changan, Jonway, Sem y JAC. Las seis últimas son importadas por dos distribuidores de autos japoneses: Veinsa (Mitsubishi) y Vetrasa (Suzuki).
“A los japoneses les tomó 25 años construir carros de calidad. A los surcoreanos les tomó 15 años y a los chinos les ha tomado solo 10 años. La curva de aprendizaje de ellos es muy rápida”, explicó en aquel entonces Cristian Vargas, mecánico.