Aunque su llegada a Costa Rica fue casi accidental, Mazinger Z no necesitó mucho tiempo para cautivar a grandes y chicos.
Erick Fallas, crítico de cine del Sinart, recuerda que fue al iniciar su labor en canal 13 cuando conoció la historia de Mazinger.
“Un veterano programador del canal, don Tobías Méndez, me contó que la serie había llegado dentro de un paquete de animaciones que donó el Gobierno de Japón, como Candy y La princesa caballero ; sin embargo, como era una serie muy violenta, el canal decidió intercambiarla con canal 6 por una producción más cultural”, explicó Fallas.
Aquello ocurrió en 1979, y solo unos meses después, a inicios de 1980, canal 6 incluyó al robot en su programación. Si bien los ticos ya habían visto otras series japonesas, como Astroboy, La señorita Cometa, Meteoro, Ultraman y Sam el rey del judo , la nueva historia del robot tripulado se convirtió en todo un fenómeno.
“Era muy violento, pero no se censuró como en otros países. Lo curioso es que por qué viendo el éxito que tuvo, canal 6 se quedó solo con la primera temporada y no mandó a traer las otras series que se hicieron”, comentó Fallas.
El gran atractivo de la serie motivó la llegada al país de productos alusivos a Mazinger Z , lo que aumentó en los costarricenses una atracción hacia el robot gigante que todavía hoy se mantiene.
“Yo dibujaba historias de robots; Mazinger era el centro de ellas y nunca me perdí un capítulo, pues marcó mi niñez e hizo volar la imaginación”, aseguró Pablo Avilés Cisneros, en el Facebook de Viva .
Otros, como Iván Ramírez, Karla Mont y Yancy Chaves vieron en el robot un verdadero héroe.
“Fue una de las primeras fábulas que me gustaron. Recuerdo a Afrodita lanzando los pechos, al barón Ashler y su doble personalidad, y la primera vez que Mazinger voló”, escribió Cristian Solera.