Pablo Milanés es parte de la historia viva de la nueva trova cubana . Lleva años usando sus palabras para cantar por igual a temas políticos y al amor.
Pasaron cuatro años, según sus palabras, de una sequía artística, pero eso quedó atrás y ahora está de regreso con Renacimiento , álbum de 10 canciones donde los ritmos afrocubanos tradicionales, como el changüí , se fusionan con música barroca .
El cubano le aseguró a La Nación que este CD es para él una especie de renacimiento. A pesar de tener un contenido político, su nuevo material discográfico no va en contra de su decisión de no volver a hablar de política, agregó.
A continuación, un extracto de la entrevista al músico cubano de 70 años.
Habla de un renacimiento personal y profesional. ¿Por qué un artista con su trayectoria, que ha explorado distintos ritmos y temáticas, busca renacer?
Me parece que son muchos años de experiencia y de trabajo, pero llevaba cuatro años sin crear nada, cosa que no me ha pasado en muchísimo tiempo. Consideraba que el día que yo volviera a crear, sobre todo canciones, iba a ser una especie de renacimiento y así lo entendí. Por eso, inmediatamente pensé que el nombre sería un renacer, un renacimiento.
”Independientemente, también me meto con la música renacentista y barroca, como se aprecia en el disco. Son muchas de las influencias que he tenido durante mi carrera”.
Tiempo atrás dijo que ya no está interesado en hablar de política, pero Renacimiento parece un disco con alto contenido político, como se evidencia en temas como Dulces recuerdos . ¿Eso no es una contradicción?
No, no hay contradicción. Hago canciones que son mi manifestación más directa. No soy un columnista, no soy un conferencista, no soy un político tampoco; soy un revolucionario que habla de música en el sentido revolucionario; entonces, el aspecto político de las cuestiones que suceden en el mundo y en mi país ya los he dejado de lado, entre otras cosas porque ya han sido reconocidos casi en todo lo que yo he manifestado.
”Ya no tiene ningún sentido que me exprese públicamente como me expresaba, porque sentía precisamente a partir de la Canción del silencio , que tenía que hablar y no me podía quedar callado; pero, ya no hace tanta falta, creo que el Estado cubano ha reconocido, y los líderes cubanos han reconocido una cantidad de errores extraordinarios que se han cometido durante años.
”Ya no es necesario hacer tantas declaraciones políticas, pero sí hacer hincapié en la cultura que está, a mi criterio, en crisis en el mundo entero. En particular, la música, que para mí, es un desastre lo que está pasando con ella”.
La herencia musical afrocubana está muy presente en Renacimiento , en temas como Homenaje al changüí o Canto a La Habana . ¿Por qué era importante emplear estos ritmos para acompañar sus letras? ¿Se están perdiendo estos ritmos tradicionales?
El intríngulis de este disco es demostrar que hay géneros que se pueden abordar, dentro de la música popular, sin tener que acudir a géneros que no tienen ningún valor.
Para mí, estos géneros tienen mucho valor dentro de la música cubana, porque me parece que se está acudiendo a géneros que no tienen ningún valor musical, espiritual, ningún valor poético; estos géneros sí lo tuvieron y fueron populares y tuvieron un arraigo extraordinario.
”No hay razón para que estén olvidados; por eso, es mi afán rescatarlos y darlos a conocer”.
En las canciones Apocalipsis y Dulces recuerdos parece que nos encontramos con un cantautor preocupado por lo caótico del mundo o lleno de nostalgia por la Cuba que fue y parece un recuerdo lejano. ¿Cuáles son las motivaciones de estas canciones?
No es precisamente un problema local, sino un problema mundial. En ese aspecto, me parece que el mundo vive una crisis, como hace décadas no vivía, y a eso me refiero (en esas canciones). Creo que toca a Cuba también el aspecto de la crisis, pero creo que es un problema mundial, y a eso le canto.
Al escuchar Los males del silencio nos encontramos con una enumeración de lo que viene con el silencio. ¿Es esta una invitación a no callar ante lo que ocurre en nuestro entorno?
Exactamente; es una especie de consejo a los seres humanos de que hay que hablar y decir todo. Sobre todo cuando uno se considera un hombre revolucionario, cuando uno se considera un hombre que tiene que decir la verdad o que la verdad tiene que salir por sobre todas las cosas, sea mala o sea buena, te perjudique o no te perjudique.
”Creo que la verdad, por encima de todas las cosas, hace mejor a los hombres y hace mejor a los países”.
Hay temas como Cual si fuera a morir esta mañana que podríamos calificar como canciones de amor. ¿Cómo seguir cantándole al amor cuando mueren miles de niños de hambre o estamos a las puertas de nuevos conflictos militares?
Porque creo que todo forma parte de la vida cotidiana. El hombre es un ser multipensante, y creo que una de las razones de la existencia es el amor. Creo que es un sentimiento que no se puede dejar de sentir y creo que el amor impone la paz, la justicia.
”No hay razón para que, con la crisis que estamos viviendo, en el mundo no se le cante al amor”
”Me parece, por el contrario, que eso aligera un poco lo que esta pasando, eso espiritualiza los sentimientos y en pro de eso debemos de seguir cantándole al amor”.
Cuando se escucha el tema Lamento , surge la pregunta: ¿esa prisión de la que habla es la de la base naval estadounidense de Guantánamo?
No, esto (la canción) fundamentalmente es un poema de Ho Chi Minh. Hay un poeta cubano que visitó Vietnam y rescató una serie de poemas de cuando Ho Chi Minh estuvo preso en China, y desde el francés los tradujo al español.
Durante una época estuve cantándolos (poemas de Ho Chi Minh) e hice una serie de canciones, y ahora escogí este ( Lamento ) para rescatarlo.
”Ho Chi Minh, gobernante vietnamita, que dirigió la guerra contra franceses y norteamericanos entre las décadas de 1940 y 1960, quien además era un poeta extraordinario”.
Amor de otoño y El otoño del amor, ¿cómo interpretar estos dos temas tan similares en su letra y música?
Hay una palabra que lo cambia todo, al final de Amor de otoño dice: “y ahora qué hago con mi tristeza”. Y en Otoño del amor dice: “Ahora que hago con tu tristeza”. Son cosas muy sutiles, pero esos cambios significan que en una parte el protagonista está sufriendo y en otra parte está haciendo sufrir a otra persona.
”Ese es el intríngulis de las dos canciones; se sufre por una persona, pero al mismo tiempo se está haciendo sufrir a otra”.
Usted es uno de los rostros más visibles de la nueva trova cubana. ¿Hay nuevas generaciones que mantengan este legado por largo rato?
¡Cómo no! En Cuba hay una tradición de música que no decaerá; es una fuente inagotable de de géneros, de cantantes, de compositores extraordinarios.
”En Cuba, por suerte se ha dado esa coyuntura cultural que nos ha permitido que se desarrollen mucha música buena, y muchos buenos músicos. Entonces, esto aquí no para, hay muchos jóvenes que están invadiendo la música cubana con nuevos temas, nuevas formas de decir; dicen lo que les pertenece a cada uno en cada etapa y me parece que esto es productivo para toda la música cubana”.
Para un cubano que aprendió a vivir más austeramente, ¿cómo se mide el éxito si no es por ventas ni millones acumulados?
Mi éxito es cantar a diario; tener voz para decir, tener sentimientos para cantar y tener un lápiz para seguir escribiendo las cosas que se me ocurren y que, de alguna manera, son un reflejo de lo que le pasa al mundo.