
Quien duda de las virtudes de la improvisación no se ha enamorado todavía del jazz . “Lo que atrae a la gente es que es una expresión honesta de tus experiencias personales”, sostiene Jeff Benedict, voz soprano del cuarteto estadounidense Orion Saxophone Quartet.
La agrupación es uno de los invitados internacionales del Sax Fest Costa Rica Internacional, y están encargados de dar dos de las clases maestras ofrecidas, incluido un taller de improvisación este miércoles, a las 10:30 a. m., en la Universidad de Costa Rica.
Benedict es parte del grupo desde su inicio en 1989 y dice tener el trabajo “más fácil”: viajar sobre los sonidos del resto.
Charlie Richard, saxofón barítono, brinda la base; Jeff Ellwood, el tenor, agrega la improvisación, y Ken Foerch con su alto acompaña y destaca a la voz soprano.
Todos valoran el arte de vivir en el momento, pues después de su álbum del 2014 Among Friends aún no tienen planes para otro.
“Nuestro plan era venir a Costa Rica”, bromea Benedict, quien se dedica a la enseñanza profesional de la música en Estados Unidos.
De hecho, todos los miembros lo hacen. Su trabajo es una ventaja, según asegura Jeff Ellwood, no solo porque pueden dedicarse al arte sin hacerlo por dinero, sino, además, por la oportunidad que tienen de graduar al jazz de las aulas universitarias.
“Hay que tener esta clase de educación general para, ojalá, mantener viva la música”, dice.
Préstamos. Al igual que lo hace el jazz , los músicos del Orion creen que los artistas deben “pedir prestado” del entorno para nutrir su arte.
En el caso de la exposición y la distribución de la música su mensaje es claro: hay que aprovechar la web y las redes sociales para no depender de las corporaciones, aún cuando ahora la inversión de la producción recaiga con dureza sobre el artista.
“No creo que podamos contar con las compañías o las estaciones de radio para nada. Si vas a sacar tu música, vas a tener que ofrecerte, hacer tu propia promoción”, aconsejó Ellwood.