Originario de la Toscana, el tenor Andrea Bocelli se ha ganado el corazón no solo de los seguidores de la música lírica, sino también de un público de corte más popular al cual ha sabido acercar a las melodías del género clásico.
Con más de 25 años de carrera y decenas de discos publicados, podría decirse que es el punte por excelencia del género crossover. Su voz ha encantado a millones al rededor del mundo, ha colaborado con decenas de artistas tan variados como su propuesta, le cantó al papa Francisco y es un sobreviviente desde que estaba en el vientre de su madre.
Este 22 de febrero, Bocelli volverá a reencontrarse con su público costarricense en el concierto que ofrecerá en compañía de la Orquesta Sinfónica Nacional, en el Anfiteatro Coca-Cola, del Parque Viva.
El artista, no vidente desde que tenía 12 años, contestó por correo electrónico algunas preguntas que le realizó Viva de cara a su recital:
LEA MÁS: Entradas para el concierto de Andrea Bocelli ya están a la venta
–Han pasado muchos años desde su último concierto en Costa Rica... ¿Qué ha cambiado en usted como artista en este tiempo?
–Es verdad, han pasado muchos años y estoy particularmente feliz de volver. Cada concierto, cada experiencia artística ayuda a entrenar a un músico, a hacer que crezca; creo que la sensación de evolución es una constante en la vida de cada artista. Como todos, yo también estoy buscando siempre refinar mis medios vocales y ampliar el repertorio. Pero permanece poderoso, hoy como entonces, el deseo de compartir la belleza a través de la música y el deseo de dar un poco de serenidad y optimismo para quienes deseen escucharme.
–En este concierto será acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional. ¿Qué conoce sobre estos artistas costarricenses?
–Realmente me importa esta colaboración, sé que es una fuerza de trabajo de muy alta calidad, con una experiencia y una historia prestigiosa de casi tres cuartos de siglo, además de que recientemente la orquesta recibió el Grammy Latino por música clásica.
"Todas las cartas están en orden para una noche emocionante, tanto en el regreso del repertorio lírico (con las famosas arias de Puccini, Verdi, Leoncavallo, Massenet, Gounod, etc.) como en las muchas canciones pop, antiguas y nuevas, incluidas aquellas que el público espera escuchar de mi voz y eso ciertamente no decepcionará. A mi lado, en el escenario embellecerán el concierto, dirigido por Eugene Kohn, la soprano Larisa Martínez y la voz de Ilaria De Bidia".
–¿Qué tan importante es acercar la música clásica al público que gusta de lo más popular?
–Habiendo ganado credibilidad a los ojos del público que sigue al pop, trato de ofrecerles la música que llevo en mi corazón, las obras maestras del melodrama. Estoy convencido de que si se toman de la mano, cualquier audiencia sin preconceptos está dispuesta a descubrir un repertorio capaz de ofrecer alegría y exaltación saludable, transmitiendo emociones extraordinarias, educando a la belleza, abriendo el corazón y la mente.
–En su caso, ¿cuáles son los retos de esta labor?
–El desafío siempre es continuar diseminando y promoviendo la calidad donde sea que esté.
–Acaba de grabar un tema con Ed Sheeran. ¿Es necesario ese tipo de reinvención en su carrera? ¿Por qué?
–Los dúos a lo largo de mi carrera, siempre han sido una experiencia gratificante e intensa. La confianza y la estima mutua es un elemento esencial de toda colaboración en el campo de la música, no solo antes de este proyecto.
”No conocía a Ed Sheeran personalmente pero me quedé gratamente impresionado por su vena creativa. Él es tan joven como talentoso, serio, preparado, además de ser característicamente amable. Cuando me pidió que cantara una nueva edición de Perfecto, lo hizo con tanto entusiasmo y con tanta sinceridad que no pude decirle que no, su euforia, junto con la de mis hijos mayores (fanáticos suyos), me hicieron aceptar. Y confirmo, que fue una buena experiencia.
–Muchos lo conocen gracias al crossover, pero su formación es clásica pura. ¿Prefiere un género más que el otro, por qué?
–Nunca he ocultado mi preferencia por la ópera, pero no me niego al pop. Hay música hermosa y mala música en cada repertorio, tanto en pop como en melodrama. Y, como me gusta destacarlo, es fácil distinguirlo ya que la diferencia radica en las consecuencias que genera. La música hermosa es la que a menudo es más difícil de abordar, cuesta esfuerzo de entrada, pero al segundo que se escucha entra lentamente en ti y te ayuda a crecer desarrollándose espiritualmente y haciéndote sentir mejor.
–¿Qué lo sigue emocionando de su vida artística, por qué seguir haciéndolo, hay un mensaje especial que quiera compartir?
–La música es parte de mi vida, desde que era un niño. Cantar para mí siempre es un postre privilegiado, es una manera de compartir un regalo que el cielo me ha dado (y del cual no tengo ningún mérito). Es la manera más fácil y directa de tener una relación con los demás, captar afecto y tratar de regresar tanto como sea posible, tan intensamente como sea posible.
–¿Cuál cree que es el estado de la música clásica en este momento frente a los géneros más populares?
–En el mundo el interés por la ópera (y la música clásica en general) no me parece que haya disminuido. Lo que hay son realidades atentas y valientes que intentan devolver al trabajo su vocación popular y hacer que sea accesible para las nuevas generaciones. Los jóvenes se interesan para apreciar esto, creo que es fundamental que tengan la posibilidad de acercarse al repertorio clásico sin ningún tipo de sujeción. Yo creo que para este repertorio seguiremos encontrando admiradores, como la historia nos ha demostrado ampliamente. Pienso que el tamiz del tiempo sabrá no olvidar las obras maestras de otros géneros, que se convertirán en un su turno en los “clásicos”.
–¿Qué le ha aportado la música latinoamericana a su trabajo?
–Los ritmos de la música latinoamericana y su vocabulario musical han entrado en mi sangre artística, me han criado y son parte de mi vida cotidiana.
–¿Qué tiene que poseer una canción para que lo inspire a cantarla?
–Debe comunicar emociones positivas, debe tener personalidad, debe expresar tanto como sea posible de los valores proposicionales. En mi carrera puedo decir que casi nunca he tocado canciones que no fueran para mí una inspiración...Para cantar bien una canción, tengo que sentir que ella me enamoró.
–¿Qué música escucha, cuáles otras artes lo inspiran?
–En casa escucho música lírica, generalmente en las interpretaciones de los mismos artistas que ya eran parte de mi infancia: Beniamino Gigli, Franco Corelli, pero también Plácido Domingo y Luciano Pavarotti. Sin embargo, especialmente cuando viajo en auto, también escucho lo nuevo del pop y, siendo esto un gran avance, escucho en lo que mis hijos están más unidos, les pido detalles sobre los temas. En cuanto a las otras artes, amo la escultura, soy un lector ávido y me gusta poner a prueba mi habilidad para escribir versos y aforismos".
–Como artista, ¿a qué le teme?
–Francamente, a nada. Soy plenamente consciente de la posibilidad de despertarme cualquier día y de no encontrar de nuevo en mí la calidad vocal que intenté construir y luego mantener a lo largo de los años. Estoy sereno. Mientras tanto, si Dios quiere, continuaré ofreciendo y compartiendo con el público en el mundo, un momento de alegría y buena música.
–¿Y como ser humano cuáles son sus peores temores?
–Mi lema favorito es: “Lo malo no lo es, si miedo no le tienes”. Soy optimista, confío en el ser humano, en su inteligencia y su capacidad de saber cómo elegir en cada cruce la dirección hacia lo bueno. Además, al ser un hombre de fe, creo que la mente del hombre es demasiado pequeña para entender la lógica de Dios. Y en eso confío, como el estar en los brazos de un padre amante.
–¿En la música y en la vida, qué es lo que más lo hace feliz?
–Los niños son mi mayor alegría, la familia y fe, mi mayor fortaleza. Yo creo en la belleza de la bondad y en la bondad intrínseca de la verdadera belleza. La búsqueda de la belleza (y por lo tanto de la bondad, y por lo tanto del amor) fue y es mi principal inspiración y mi fuente de felicidad.
– Recientemente su madre comentó que los doctores le recomendaron abortar cuando usted iba a nacer. Esa historia de vida, de ganas por vivir inspira a muchas otras personas. ¿A usted en qué lo ha influenciado?
– Estoy agradecido con mis padres por haberme criado en una familia serena y por enseñarme, a través del ejemplo, esos valores que yo mismo traté de transmitirle a mis hijos y que ojalá, de alguna manera, pueda comunicar a través de mi música. Entre las muchas lecciones de vida que podría recibir, la más grande fue esa capacidad de no darse por vencidos que tenían mis padres cuando a mi madre embarazada los médicos le aconsejaron que abortara.
"Ella ignoró tales recomendaciones incautas y llevó a cabo el embarazo con el apoyo de mi padre. Sin ese gesto de valentía y fe, no habría nacido".