Tras haber recibido en mayo el Premio Nacional de Cultura en Dirección por su labor en la Orquesta Sinfónica de Heredia, el conductor Eddie Mora continuá su frenética labor al frente del ensamble herediano este sábado 27 de julio desde el Teatro Nacional, la segunda casa de su agrupación.
Sobre el programa de este nuevo concierto, Mora conversó con Viva.
Los negros brujos se divierten, de Leo Brouwer: “Es una obra que es un punto de referencia para la música latinoamericana de concierto por su estética. Brouwer cumple 80 años y es una manera de celebrar esta fecha. Además de ser una persona reconocida internacionalmente en el mundo guitarrístico, también tiene obras como esta para sinfónica. Esta pieza exige un ensamble más pequeño de lo normal, que pide incorporar el minimalismo musical. La obra es brillante”.
Sine nomine, de Eddie Mora: “Es una obra que calza para 15 ejecutantes más solista. Alejandro Escuer, el flautista invitado, gestó conmigo la idea de esta obra en el 2015, pero hasta ahora la podemos estrenar. Alejandro trasciende su instrumento porque es un artista completo que sirve para comunicar algo más allá de la música. Esta obra contiene tres partes que vienen a continuar el lenguaje musical que he venido desarrollando, cargado de gran color en lo instrumental. Sine nomine significa “sin nombre” porque hay obras con nombres extraños y no quería caer en ningún tipo de pretensión ni sacarme un nombre del sombrero”.
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Planos, de Silvestre Revueltas: “Esta obra tiene dos versiones: una para orquesta y otra versión camerística. Nosotros tocaremos esa segunda versión. Planos es la primera vez que se toca en Costa Rica. Lleva ese nombre por su dedicatoria a un arquitecto llamado Ricardo Ortega. Es una obra corta, de unos ocho minutos, pero es muy intensa en ritmo y muy compleja en lenguaje. Tiene colores fuertes, así como texturas sonoras grotescas y evocativas del folclor mexicano, lo cual le da gran autenticidad. Para la orquesta, tocar algo de Revueltas es reafirmar qué significa su nombre para todos nosotros como un punto de apoyo para la música latinoamericana. No tiene un catálogo muy numeroso de obras, pero sí muy importante”.
Concierto rumano, de György Ligeti: “Tras ser muy reconocido en Alemania, Ligeti llegó a la fama mundial porque su música apareció en películas de Stanley Kubrick. En sus obras se nota una gran imaginación. Para mí, la composición se define si tenés algo que decir o no; si no son puros fuegos artificiales sin nada de fondo. Él escribió esta obra muy joven, con 27 años, y se nota una maestría muy importante por un lenguaje heredado de Béla Bartók. Él no solo tenía un dominio de la orquesta, sino que también rescata las melodías de su infancia. Hay instrumentos desafinados al propio porque así recuerda su infancia. En el último movimiento se notan algunos elementos que delatan su interés por comenzar a explorar nuevas sonoridades”.
Las entradas generales cuestan ¢6.000 y para estudiantes ¢4.500. Se pueden conseguir en la boletería física y digital del teatro. El concierto será este sábado, a las 8 p. m.