Sí, Dios los cría y ellos se juntan. Andrés Calamaro es, en su nuevo disco, algo así como un punto de encuentro. Sus canciones son puertos y puentes que unen su voz, su eclecticismo, su balada y su rock, a grandes estrellas de la música en español.
En Dios los cría, su más reciente álbum de estudio, el argentino se dio el lujo de cantar sus éxitos con quien le dio la gana, porque es él, porque es Calamaro.
Es que la lista de invitados de Calamaro en su nuevo disco, es grande, muy grande. Tan grande como los invitados: Julio Iglesias, Vicentico, Lila Downs, Manolo García, Vicente Amigo, León Gieco, Alejandro Sanz, Mon Laferte, Carlos Vives, Raphael, Juanes, Julieta Venegas, Sebastián Yatra, Saúl Hernández, Milton Nascimento, Fernando Cabrera, Leiva, Iván Ferreriro y Niño Josele.
Tan ecléctica es la lista de duetos, como la de las canciones escogidas por el argentino para cantar con sus amigos. Eclécticos también son los géneros y las generaciones que están representadas en las reinterpretaciones que le da Calamaro a éxitos como Flaca (con Alejandro Sanz) o Bohemio (junto a Julio Iglesias). Desde el rock infaltable, pasando por el bolero, los sonidos urbanos y la balada romántica; todos son invitados especiales a una fiesta musical orquestada por el argentino, quien a sus 59 años es toda una institución en la música.
Calamaro estrenó Dios los cría este jueves 27 de junio y, por medio de un correo electrónico, contestó algunas preguntas sobre el desarrollo y la producción de este álbum.
-¿Cuánto tiempo le llevó conceptualizar el disco? ¿Qué lo llevó a elegir grabar estas canciones de esta manera?
-El concepto se cristaliza en dos o tres pasos. Primero estábamos eligiendo grabaciones para un disco en vivo, habíamos girado en España y preparábamos una producción con Germán Wiedemer y Angel Martos, pianista arreglista e ingeniero de sonido en vivo y en las grabaciones. Luego entramos al estudio por capricho, para grabar el repertorio de trío bajo los escenarios.
Imaginé entonces a las canciones en el canto de algunos de mis cantantes preferidos. Entonces sí, empezamos a trabajar en el disco tal y como ahora se le puede escuchar. Elegimos más canciones, volvimos al estudio a grabarlas, hicimos largas listas de cantantes deseados. Luego seguimos grabando y construyendo el disco completo, para reunir una veintena de artistas en quince canciones. Es una producción de dos años más o menos.
-¿Cómo hizo la selección de los artistas que lo acompañan?
-La selección factible abarcaba más artistas y canciones, eso es normal. Digamos que elegimos 30 canciones con tres posibles cantantes para cada canción y tres putativas canciones para cada distinto cantante. Luego hicimos contacto personal con todos, incluyendo los que razonablemente no llegaron a grabar a tiempo, no pudieron o no quisieron. Esperamos respuestas y grabaciones, confiamos en el amor al oficio, la amistad y el respeto de los cantantes, que somos una familia de hermanos separados al nacer.
Yo seguía cantando ajustado a los aportes de mis compañeros. Luego sumamos instrumentistas elevados, nada más ni nada menos.
-¿Qué aporte realizaron las colaboraciones para el resultado final del álbum?
-Enorme demostración de amor, amistad y respeto. De arte, por supuesto. Algunos superan lo imaginado y conocido, es un conjunto de superestrellas, leyendas, cantantes inalcanzables y outsiders.
-¿Las canciones seleccionadas tienen algún motivo especial para haberlas elegido? ¿Cuál?
Son las 15 que grabamos, pero había más repertorio que no completamos, canciones que no encontraron cantante o descartamos por motivos de índoles varias. Todos las cuestiones se contemplan y se solucionan cuando grabamos un disco y, este álbum, es especial porque cuenta con más de 15 cantantes y artistas de orden mundial.
-¿Cómo se llevó a cabo la grabación de las colaboraciones? ¿Fue en tiempo de pandemia?
-Grabamos, creo, entre 2016 y 2018, pero sujetos a la complejidad de reunir una veintena de artistas consagrados y especiales. Cada uno con sus giras, con sus tiempos, con sus deseos y complicaciones. Empezando por mí, que estaba de gira ó, quizá, transitando eclipses personales.
-¿Cómo se realizó la producción del disco? ¿Qué resumen hace del producto?
-Con Carlos Narea, un productor contrastado en misiones a priori imposibles, con la operación de sonido de Angel Martos, los arreglos y la dirección musical de Germán Wiedemer. Lo demás lo dispuso la generosa entrega y mejor disposición de los artistas extraordinarios que quisieron ofrecer desinteresadamente su arte. Y los músicos, claro está.
-En estos tiempos de pandemia la música juega un papel muy importante como catalizador. ¿Cree que este álbum le aportará eso al público?
-Supongo que la música diluye el miedo y nos estampa una sonrisa melancólica en toda la cara. Verdad que sujetos a tantos protocolos tuvimos más tiempo para escuchar música. Espero que la música supla el exceso de información y estadísticas, una canción vale más que miles de horas de televisión o redes sociales.
-Flaca es el tercer sencillo, la grabó con Alejandro Sanz. ¿Qué recuerdo tiene de este trabajo en conjunto, cómo fue?
-En dos palabras, Alejandro Sanz. Más que un cantante y compositor es el artista español más influyente en los últimos 30 o más años, respetado y adorado por todos sus compañeros de oficio. Es una estrella y un doctor en cuestiones musicales. Reconoce la importancia de una grabación genuina y natural, lo auténtico. Es un privilegio cantar con Alejandro, para mí y para cualquiera. Luego accedió a promover el disco con Flaca y filmamos el video con muy buenas sensaciones. Le estoy muy agradecido y lo sabe.