La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Informaciones de Forbes indican que para 2015 este mercado representaba el 10% las emisiones mundiales de carbono, ubicándose solo por debajo de la industria del petróleo.
La Agencia de Medioambiente y control de Energía de Francia (ADEME) realizó un estudio acerca de un par de jeans fabricados en mezclilla de 666 gramos, hecho con un metro y medio cuadrado de tela, y con un ciclo de vida de cuatro años para calcular su impacto. El País de España citó el estudio que evidencia datos alarmantes.
Producir el tejido del pantalón requiere 8.000 litros de agua. Para fabricar el jeans se utilizan 2.000 litros más, lo que implica 13 kilos de emisiones de CO2, además de 10 kilos de colorantes y químicos con su consiguiente liberación incontrolada al medioambiente. Algunos permanecen en el aire mucho tiempo, como el Reactivo Blue 19, que tarda en desaparecer más de 46 años.
Estos datos alarmantes para nuestro medio ambiente, han motivado a que diseñadores o grandes marcas busquen una forma de producir sin afectar tanto al ambiente. Costa Rica no se queda atrás, incluso innova en la forma en la que se puede hacer un consumo sostenible de la moda.
Este 16 de mayo, durante la inauguración del Mercedes Benz Fashion Week San José, se anunció un proyecto que pretende revolucionar la manera en la que se consume moda en el mundo: The Grin Label.
Leonora Jiménez, directora del Fashion Week y gestora de esta iniciativa informó que The Grin Label propone el uso de “un lenguaje sobre sostenibilidad”, ello se traduce en el uso de etiquetas en las que se indican materiales y modo de lavado; también se señaliza si el producto es de origen local, amigable con el ambiente, hasta consciente con los animales, vida útil e incluso si es vegetariano.
Para que este proyecto salga de nuestras fronteras, The Grin Label cuenta con 17 diseñadores internacionales de la talla de Ágatha Ruiz de la Prada, Esteban Cortaza y Efraín Mogollón, Cruda, Olmos y Flores y Toribio & Donato, entre otros.
“Queremos dar al consumidor herramientas para saber entender de manera sencilla y puntual los valores de piezas que están consumiendo. La idea de los iconos en las etiquetas es para entender lo que consumimos”, indicó Jiménez.
Con esta iniciativa también se busca revalorizar el producto local y latinoamericano. Proponer que ser sostenible es sinónimo de una buena inversión.
Actualmente, una colección cápsula de The Grin Label está en 12 países. Con estas prendas se aspira a complacer las exigencias de los consumidores más conscientes, a los que quizá, antes no les llegaban las creaciones de Latinoamérica.
The Grin Label cuenta con el apoyo de Cristiana Figueres, quien en 2010 fue nombrada como Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; Laura Chinchilla, Expresidenta de Costa Rica; y Claudia Dobles, actual primera dama de la República.
“Este es un proyecto muy sólido. Desde cómo se entrega la ropa, los paquetes son de cartón hechos por una empresa tica. En The Grin Label participan los mejores diseñadores de Costa Rica y el mundo. Este apoyo no sucede a la ligera, sucede con un proyecto que tiene una buena idea, se da en el contexto correcto y hay un mapa de ruta muy claro. Creo que esos son tres importantes componentes para que ellas nos brindaran su apoyo”, recalcó Jiménez.