Prácticamente desde los inicios de la industria del entretenimiento, los hijos de celebridades han tenido un espacio para continuar el legado de sus padres. Desde Douglas Fairbanks Jr., cuyo padre Douglas Fairbanks y su madrastra Mary Pickford eran el epítome de la realeza en Hollywood en los años 20 y 30, las dinastías han sido parte del espectáculo.
No obstante, a lo largo de la historia, muchos actores han trazado su propio camino y el que sus padres también hayan sido famosos termina siendo casi una anécdota.
¿Quién se refiere hoy en día a Michael Douglas como el hijo de Kirk Douglas, a Angelina Jolie como la hija de Jon Voight o a Jane Fonda como la hija de Henry Fonda? Esto por mencionar algunos ejemplos.
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Esta “ley natural” de Hollywood, sin embargo, ha sido puesta en el ojo público en los últimos meses. Particularmente desde diciembre pasado, con la publicación de un extenso artículo en New York Magazine titulado Analizando en extremo el boom del nepo-baby en Hollywood, acompañado con una portada que muestra los rostros de varios conocidos “hijos de” como Maya Hawke (sus padres son Ethan Hawke y Uma Thurman), Jack Quaid (Dennis Quaid y Meg Ryan), Lily Collins (Phil Collins) y Dakota Johnson (cuyos padres son Don Johnson y Melanie Griffith y su abuela Tippi Hedren), entre otros.
Nepo Baby es un término acuñado en Internet en el último año que se traduce como “hijo del nepotismo”.
Si bien el artículo plantea que “tiene sentido que los zoomers (los nacidos entre fines de los 90 e inicios de los 2010), una generación sumergida en el análisis pop de opresión estructural apuntarían a los nepo baby como su obsesión particular en el mundo de las celebridades”, también se suma sutilmente a la crítica citando directores de casting y miembros de la industria del cine anónimos que hablan de ser forzados a reunirse con jóvenes que quieren abrirse camino en la industria usando sus conexiones familiares.
También se destaca cómo los medios, y los propios estudios y producciones se interesan en estos jóvenes porque gracias a sus apellidos, muchos de ellos ya arrastran una legión de seguidores en redes sociales.
La respuesta a la publicación ha sido intensa. Desde que se publicó, son varias las celebridades de Hollywood -identificadas directa o indirectamente en el artículo- que han respondido al debate. Una de las más vehementes fue Jamie Lee Curtis. Hija de Tony Curtis y Janet Leigh, quien debutó en 1977 en roles como extra en televisión y construyó una sólida carrera posterior.
“No hay un día en mi vida profesional en que no se me recuerde que soy hija de estrellas de cine”, escribió en su Instagram. “La conversación actual está diseñada para intentar disminuir, denigrar y herir”, aseguró.
La cantante Lily Allen, hija del actor Keith Allen y la productora Alison Owen, fue aún más crítica al recordar que los hijos de celebridades tienen sus propias dificultades. “Puede ser difícil ver tu propio privilegio mientras aún procesas tu trauma de infancia. Muchos de estos chicos aún no se dan cuenta de eso”, comentó.
Lily-Rose Depp, hija del actor Johnny Depp y la modelo Vanessa Paradis, que pronto protagonizará la serie The Idol en HBO y es rostro de Chanel, rechazó la etiqueta de frente. “Tal vez pones un pie en la puerta, pero sigue siendo solo un pie. Hay mucho trabajo después”, argumentó.
Su comentario replica el de las personas citadas en el artículo de New York Magazine, que sugieren que, a pesar de las conexiones, si alguien no tiene talento en general su carrera no dura más allá de los célebres 15 minutos de fama.
La reciente inesperada muerte de Lisa Marie Presley, de un infarto el 12 de enero, ha reiniciado la conversación. Como hija del famoso Elvis Presley, ella es un ejemplo de alguien que no pudo salir de la sombra de su progenitor y tener una carrera propia.
En una columna en el medio británico The Independent, Ed Power escribió: “La historia de vida de Lisa Marie Presley desafía la idea de que los hijos de los ricos y famosos han ganado la metafórica lotería. Lo que el artículo pasó por encima es que no todos los nepo babies son creados iguales. Para algunos, la jaula dorada puede ser una olla de presión”.