Mía Montero Aldana y Thiago Hernández Sánchez tienen en común el gusto por el contenido infantil, protagonizado por menores en Youtube, TikTok e Instagram. Se trata de videos que entretienen a millones de niños en el mundo, quienes al nacer prácticamente con la tecnología, se manejan de manera intuitiva en estos medios.
Además, Mía y Thiago tienen un plus en este campo; pues desde muy pequeños han visto a sus mamás Nicole Aldana y Keyla Sánchez, respectivamente, desenvolverse en redes sociales como generadoras de contenido.
La empresaria y generadora de contenido Nicole Aldana cuenta que siempre ha notado en su hija mayor la facilidad de expresión y que permitió que ella tuviera, inicialmente, su cuenta de Tiktok, una que por ahora está inactiva por la cantidad de contenidos que se mueven allí y que ella no considera aptos para la niña. Por ese motivo, al final le dio permiso para abrir su propio Instagram, que según Aldana está absolutamente monitoreado por ella y su esposo.
De esta manera, con la venia de sus padres, la pequeña da sus primeros pasos como “mini influencer”.
En el caso de Keyla Sánchez, presentadora de Qué buena tarde y la tica viviendo en Costa Rica con más seguidores en Instagram (suma 799.000), cuenta que su hijo Thiago desde hace muchos años quería tener su propia cuenta en Youtube, esto inspirado en los contenidos que veía de otros niños que salían haciendo experimentos o abriendo juguetes (los famosos unboxing). Ella decidió esperar porque no lo consideraba pertinente por la edad del niño, pero el momento para hacerlo llegó hace poco.
En este momento Thiago tiene, además de su canal, una página en Instagram que administran Keyla y Carlos Hernández, papá del niño.
Ambas madres apoyan a sus niños en lo que les gusta y se enfocan en que el contenido que transmitan sea de valor para otros infantes, además, coinciden en que las redes sociales son “armas de doble filo” en las que deben tener muchísimo cuidado con la exposición de los infantes, a quienes reiteran les tienen absolutamente monitoreadas las redes sociales y les hablan abiertamente de “que hay personas malintencionadas” y de los peligros que existen. Ningún contenido que se refleje en sus plataformas es subido sin ser supervisado por los padres.
Las mamás e influencers también ven una posibilidad de que el contenido de sus hijos, eventualmente, pueda monetizarse. Eso sí, insisten en que cada video o imagen que se suba a redes sociales debe ser porque el niño así lo quiso o tuvo alguna idea, que sea al ritmo de ellos sin que interfiera con sus estudios, juegos y su desarrollo normal como infantes.
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“Quiero ser youtuber, influencer y tener muchos seguidores como mi mamá”
Nicole Aldana, recordada por su trabajo en A todo dar, cuenta que desde muy pequeña su hija se grababa haciendo videos simulando a los pequeños youtubers que seguía. Desde antes, la hoy empresaria y su esposo notaron la facilidad que tenía la niña para expresarse.
“Ella empezó a ver videos de Youtube de niños haciendo y jugando con plastilina, con slime. También seguro, por verme a mí, empezó a hacer sus videos. Como me veía me decía que por qué no le hacía un Instagram y que quería un TikTok, le abrí uno y empezaron a salir cosas que no eran adecuadas para ella. Le dije que le abría Instagram pero supervisado por nosotros, sus papás. Me dijo que estaba bien. Cualquier cosa que quiera subir me pregunta”, cuenta Aldana.
Mía (@miamonteroaldana suma 4.536 seguidores) quiere que sus papás le abran un canal de Youtube, sin embargo, aún lo analizan porque el proyecto requeriría tiempo para producción y edición del contenido. No obstante, la niña insiste en que al igual que su mejor amiga ella ya sabe cuál aplicación usar para editar sus videos.
Los reels que sube en Instagram ella los graba y edita. Eso sí, todo aprobado por su mamá, pues hay bailes y pasos que Nicole no aprobaría, la mamá también revisa la letra de las canciones.
“Hay ciertos bailes que no me hacen gracia porque no son apropiados para ella. Le digo que hay movimientos que mejor no haga así. Le hablo claro: le digo que hay personas y hombres malos”, dice la mamá.
Nicole argumenta que la idea de que la niña tenga su propia cuenta es que ofrezca un contenido con sentido. Inicialmente, Mía busca que otros pequeños la vean a ella y se animen a hacer lo que tanto les gusta. En su caso es el baile.
“Me gusta hacer videos porque a veces a la gente le da pena hacerlos y a uno no le tiene que dar pena. A mí más bien me divierte hacer estas cosas. A veces veo a youtubers que lo hacen, por eso me gusta mucho. Yo quiero ser youtuber, influencer, tener muchos seguidores como mi mamá que promociona marcas. También me gusta que me lleguen regalos, me han llegado por mi mamá. Pero ahora me gustaría que me lleguen a mí y sea yo quien los promocione”, dice con claridad Mía.
Nicole, además, considera la posibilidad de que eventualmente el contenido de Mía pueda ser monetizado.
“Pues sí, porque por mi Instagram he generado contenido de marcas que necesitan que salgan ella y Tomás (su hijo menor). Digamos que ella ya ganó plata con eso. La idea es que más adelante, sí logra más seguidores, que lo haga en su propia cuenta”, explica Nicole.
Acerca de los peligros alrededor de la exposición de su hija, y de los niños en general en redes sociales, Nicole comentó: “Hay preocupación siempre, pero como es algo que administro, que paso revisando, me doy cuenta de todo. Le he hablado demasiado de este tipo de personas malas. De todo. De hombres que pueden escribir, que me tiene que decir todo. Que tenga confianza conmigo. No la dejaría hacerlo si no fuera porque yo le administro la cuenta”.
Mía se ha inspirado mucho en su madre, por esto es que Nicole asegura que a través de sus redes sociales y, principalmente en su casa, busca promover la unión familiar, la importancia de los valores del amor y el respeto y lo importante de tener a Dios en sus vidas.
“Soy temerosa porque sé lo que es esto”
Thiago Hernández, el hijo de Keyla Sánchez, quiere viajar a España porque le gustaría conocer a unos hermanitos que sigue desde hace tiempo. Ellos son youtubers y realizan experimentos y unboxing.
Al niño, de siete años, le ha llamado tanto la atención el contenido que crean esos chicos, con apoyo de sus padres, que desde hace muchísimo tiempo le pedía a su mamá que lo ayudara a crear su propia cuenta. Ella insistía en que era demasiado pronto y que, cuando decidieran hacerlo, él debía tener noción de lo que estaba creando. Finalmente Thiago tiene su canal y una cuenta de Instagram (suma casi 16.000 seguidores): en ambas aparece con el nombre de ‘El mundo de Thiagotuber’.
“Thiago ha nacido en este medio. Desde que estaba en mi vientre yo trabajaba en televisión. Una vez que nació y tras un tiempo adecuado empecé a retomar el trabajo. Para él es normal ver cámaras, micrófonos y que su mamá haga historias. Se ha acostumbrado a todo esto. La primera vez que lo llevé a Qué buena tarde fue para el día de la Madre y para él fue increíble. Desde hace unos tres años quería su canal de Youtube, pero yo soy temerosa porque sé lo que es esto, más en el caso de él que es super menor de edad”, dice Sánchez.
El niño siempre ha sido muy participativo en las cuentas de Instagram de su mamá y de su abuela Kattia Granados, quien sin planearlo se convirtió en influenciadora. Es usual que Thiago aparezca en las historias de ambas. Keyla resalta que él siempre lo ha hecho por iniciativa propia.
“Nunca pretendí ni voy a obligarlo a hacer algo que no quiere. Si hace algo es porque él lo quiere. Si a uno como persona adulta le cansa (la generación de contenido) imagínate para un niño. En ese caso le digo que si quiere lo hace. O si no otro día. Se acostumbró tanto que lo pensamos bien y le abrimos el canal de Youtube. Si fuera por él subiría un video diario”.
Los videos de Thiago incluyen una evidente producción. Keyla dice que ella y su pareja Carlos cuentan con el apoyo del productor Erick Múñoz, conocido como Peyoyo.
Por su parte, en su cuenta de Instagram, además de compartir videos de Thiago descubriendo juguetes, mostrando su experiencia en Disney o contando siete cosas sobre él (en el marco de su sétimo cumpleaños), sus papás además venden artículos infantiles.
“Carlos y yo quisimos hacerlo como un complemento para las mamás y papás, porque es usual que cuando lo ven con alguna ropa específica nos pregunten que de dónde es. Entonces pusimos como emprendimiento una tienda de niños. Pero entiendo que es complicado, porque por ejemplo yo tengo una agenda para hacer fotos, él es un niño y eso es complicado. Cuando sale de la escuela quiere jugar y cuando hay que tomar fotos, si él no quiere, yo no pretendo obligarlo. Lo hacemos cuando él quiere. Todo lo que hay en la tienda es el estilo y gusto de él. El papá se encarga”, detalla Sánchez.
Con voz enérgica y gracia, Thiago contó que sus ganas de tener un canal de Youtube empezó porque veía muchos Youtuber y que él quería hacer lo mismo.
“Lo quería hacer y ya llegó el día. Me gusta muchísimo. Me gusta hablar con la gente de cómo jugar con videojuegos, por eso lo quería. Quiero que me apoyen mucho. Quiero decirle a los niños que cuando no saben jugar algo vean el canal y aprendan conmigo. También para que se diviertan, hacer experimentos, recetas de cocina”, dijo.
Con soltura, el niño habló de cómo su mamá lo motivó.
“Me gusta cómo mami reseña un iPhone, ¿usted la ha visto?.. Creo que cuando yo tenía como tres años, o dos o uno, mi papá y yo hicimos algo con unas galletas, en unos póster, algo que jamás había hecho. Ahí me motivé. Me gusta como mi mamá le habla a la gente y también que sale en televisión”, concluyó Thiago.
Sobre la exposición de la imagen de su hijo, Keyla comenta: “Es complicado, desde que Thiago nació es un tema delicado, ya que trabajo en esto y sé el arma de doble filo que son las redes sociales. Él está monitoreado a más no poder. Administramos su Instagram y Youtube. Desde ya, él me ha visto en algunas etapas que he tenido, cuando no me ha ido bien en las redes sociales y he tenido ataques”, asegura.
Según Sánchez, que Thiago tenga estas redes sociales tiene varios propósitos. Eso sí, destaca que ella no necesita “usar a su hijo para generar ingresos”.
“Lo principal es que Thiago se divierta y la pase bien con eso. Él sueña con eso. Pero para nadie es un secreto que yo trabajo con muchas marcas que también tienen el sector niños. Entonces, la idea es acaparar esas marcas a las que les interese que salga Keyla con el hijo promocionando tal producto y, obviamente, que Thiago se gane ese dinero.
“Desde pequeño, cuando él salía en una campaña conmigo, tenía su porcentaje (...). Tiene cuenta de ahorro, chanchito, para que él vea que tiene su premio por hacer este tipo de cosas. Queremos que él se divierta, que la pase bien, que haga experimentos, que le hable a los chicos y también, por otro lado, colaborar con marcas que me han pedido a nivel personal”, expresó Keyla.
La madre continuó: “Jamás. No estoy usando a Thiago, Dios guarde, ¿se imagina? A él le gusta y ya lo trae. Ahora traen un chip de tecnología enorme. Él ya viene con ese chip de redes sociales, de Youtube. Si yo tuviera más tiempo tendría mi canal de Youtube, algo me invento, pero gracias a Dios yo tengo mucho trabajo. Yo sinceramente no lo necesito (ganar dinero a través de su hijo), yo tengo mucho trabajo gracias a Dios. Esto es más que todo para que él tenga su canal de Youtube, si se da alguna marca que quisiera (pautar en las plataformas del niño), pues que se haga”.
Keyla y su pareja Carlos tienen en mente algunos proyectos que podrían funcionar para generar contenido en el canal de Thiago, siempre y cuando el niño lo desee.
“Por ejemplo, tenemos la idea de llevarlo a grabar videos de cómo se fabrica el arroz o como se pinta un carro y que él lo explique a sus amiguitos (...). Insisto en que ellos son niños y todos tienen que vivir su etapa de niñez, es lo principal. Si les gusta esto pues lo harán, si mañana dice que ya no quiere está bien, no pasa nada. La clave es que lo haga al ritmo de ellos. El tiempo es de ellos, ahorita están en clases, cansados por la virtualidad, lo que quieren es jugar. Que hagan videos cuando sientan ganas y tengan la creatividad”.
¿Cómo proteger a sus niños de las redes sociales y sus peligros?
1. Hablarles con honestidad de los peligros de las redes sociales. Comentarles sobre las posibilidades que existen de topar con perfiles falsos, de personas haciéndose pasar por otras, incluso fingiendo ser niños. Decirles que no conversen con nadie que no conozcan.
2. Supervisar la privacidad de la cuenta. Que los contenidos que se compartan no incluyan demasiados datos de los niños, ni sus ubicaciones. Se recomienda desactivar la opción de geolocalización si comparten desde un teléfono móvil.
3. Velar por el contenido que los niños o adolescentes suben a las redes sociales.
4. Explicarles que existe el cyberbulling y que no callen si lo están sufriendo o si alguien les está hostigando. De igual forma, los adultos deben explicarles que no pueden faltarle el respeto ni insultar a ninguna persona.
5. Guiarlos para que no participen en rifas o en cuestionarios en línea en los que por lo general se deben incluir datos personales. Pedirles que siempre le consulten a sus padres o encargados.
6. Filtrar el contenido. Tanto Google como Youtube tienen las opciones de seguridad que pueden limitar la actividad de los niños.
7. Otras recomendaciones son tener la computadora en un lugar visible para toda la familia, es preferible que los chicos no la tengan en su habitación. Si usan otros dispositivos (tablet o celular) que lo hagan en algún lugar en el que no estén solos.
8. También se recomienda que los niños y adolescentes tengan un horario para usar intenet. Así los padres conocerán sus hábitos y sitios por los que navegan y el uso no interferirá con sus estudios.
Fuente: WorldVision