Fue una extensa jornada que derramó hasta la última gota de sudor de los amantes del reggae, quienes se hicieron presentes desde las 6 p.m. y bailaron literalmente hasta la media noche.
Al arranque hubo espacio para que los Dj’s pudieran matizar mientras el público ingresaba al inmueble.
Los conciertos comenzaron con las notas de la banda nacional Mentados. Como es costumbre, Hugo Villalobos y compañía lo dejaron todo en el escenario con la interpretación de sus canciones más conocidas como Baby Dont Worry, el Esclavo, Ir Caminando y Mala Maña, esta última canción de su último disco Entre lo elemental.
Siempre es agradable ver a la banda del caracol sobre el escenario y más aún cuando el público corresponde con coros, aplausos y se deja llevar por la euforia colectiva que apenas comenzaba a hervir.
Tras la salida de los nacionales, hubo un espacio de una hora para que los los DJ’s pusieran canciones que iban acorde a la fiesta.
En ese momento, el público aprovechó para visitar algunos de los food trucks o alguna de las muchas barras donde vendían cerveza y licores destilados.
La organización del Latino Rock implementó un sistema de pago con tiquetes, es decir, cada boleto equivalía a ¢1000 que se podían intercambiar por bebidas. Sin embargo, la administración no previó la escasez de su improvisada moneda. Sí, se acabaron los tiquetes y la actividad ni siquiera iba por la mitad.
La molestia del público se materializó en silbidos y en burlas hacia los encargados, quienes pudieron solventar el faltante de boletos unos cuantos minutos antes que saliera Gondwana al escenario.
Por suerte para los gestores de Grito Latino, el grupo chileno cumplió con lo prometido: un festín de reggae que calmó los nervios de todos los presentes.
El concierto de los veteranos del género arrancó a las 8:30 p.m con la pieza Felicidad, del recordado disco Made in Jamaica.
El consentido grupo suramericano fue recibido por un humarascal de buena vibra que se combinaba con los vapores del sudor, el ron y cerveza.
El cantante Mc Jona salió con una camiseta del futbolista Eden Hazard, el delantero de la selección de Bélgica. De hecho como dato anecdótico, Gondwana es uno de los grupos favoritos del astro argentino Lionel Messi y la relación de los músicos con el fútbol es estrecha.
El concierto prosiguió con temas reconocidos como Antonia, Reggae is coming, Dulce amor y, por supuesto, la pieza más conocida del conjunto, Sentimiento Original.
También hubo espacio para temas como Si no fuera y No es el Fin, ambas del último disco Carpe Diem.
La puesta en escena de los chilenos concluyó con un cover de Bob Marley, Could You Be Love.
Tras una presentación de casi una hora y media, Gondwana se despidió sin interactuar mucho con el público, no hubo necesidad. Costa Rica es tierra fértil para los veteranos.
Posteriormente, hubo un espacio de una hora para recargar baterías, ir al baño o degustar de un bocadillo.
Otro de los aspectos en los que la administración quedó debiendo fue en los pocos baños disponibles para la enorme cantidad de público que asistió al concierto. El resultado fueron filas kilométricas.
Tras una hora de espera, los puertorriqueños de Cultura Profética, la banda liderada por el vocalista Willy Rodríguez dio un repaso de sus temas más populares como Ilegal, La complicidad y Saca prende y Sorprende. Tras una jornada maratónica, Grito Latino culminó otro festival a la media noche.