Jorge Arturo González, mejor conocido como El Cañero, paralizó Nueva Jersey, Estados Unidos. El narrador taurino, de 69 años, vivió momentos inimaginables el domingo 21 de agosto cuando cerraron calles para recibirlo y la comida en restaurantes aledaños se esfumó. Pero, ¿cómo?
Pues sí, unos 3.000 costarricenses que viven en la ciudad estadounidense abarrotaron La Finca NJ, propiedad del costarricense Ray Sánchez y uno de los organizadores, que junto con Gloria González, de Gloria’s Bar, y Blanca Madrigal, periodista y encargada de promoción del evento Zapote USA, hicieron posible que miles de ticos tuvieran un pedacito de Costa Rica en tierras norteamericanas.
El evento, que tuvo corrida de toros y a El Cañero como principal estrella, fue una sensación. Tuvo tan buena asistencia, que cientos de personas se quedaran con el deseo de poder ingresar a ver las corridas y el show taurino con el autor de una imperdible frase: “¡Qué belleza de animal!”.
Esta fue la cuarta vez que El Cañero acudió a esa ciudad a ofrecer su narración y la primera luego de que las restricciones derivadas por la pandemia de la Covid-19 cerrara las fronteras del mundo. Por ello Ray, propietario del lugar donde se realizó la actividad y quien suma 20 años viviendo en Estados Unidos, no sabía cómo resultaría esta actividad. El desenlace fue abrumador.
“En el 2017 se creó el Zapote USA. Para nadie es un secreto que hay miles de ticos en Nueva Jersey, por eso se le dice la octava provincia. Desde la inauguración de este evento Ray, quien tiene una historia tremenda y empezó aquí trabajando como payaso de rodeo, me trae a mí”, contó Cañero, desde Estados Unidos, quien recuerda que todas las veces la convocatoria ha sido muy buena, sin embargo, lo ocurrido esta última vez, fue impresionante.
El Cañero dice que en esta oportunidad “se voló la barda y se superaron las expectativas”. Asegura que la zona, en Whitehouse, Nueva Jersey, colapsó. Sus palabras son respaldadas por la periodista Blanca Madrigal, conocida en el país por ser corresponsal de Repretel. Ella, quien vive en Estados Unidos, siempre está apoyando y promoviendo este tipo de eventos.
“Aquello fue una locura, tuvimos toros a la tica, montaron cuatro o cinco mujeres, manteniendo el estilo norteamericano. Fue muy lindo”, comentó.
Según El Cañero, parte del éxito de la actividad tiene que ver con que las personas quieren escuchar sus particulares dichos como “A dialogar con la arena” o “Qué belleza de animal”, entre otros.
“Eso era un coro total. Algo que me impactó mucho. Yo siempre ando con mi hijo Freddy y le hice el comentario porque en el lugar desgraciadamente la comida se fue en un suspiro, se terminaron las comidas, bebidas, todo. Unos empresarios costarricenses que han tenido éxito aquí me llevaron a comer al restaurante La cascada, de otro costarricense, y una de las muchachas que nos atendió le dijo a Blanca Madrigal que nunca había visto que un personaje costarricense paralizara una ciudad”, confió.
Los comercios de zonas aledañas se quedaron sin comida, afirmaron Blanca y Cañero. Pues muchas de las personas que no pudieron ingresar a La Finca se fueron a comer en las cercanías, asimismo quienes salieron del evento se dirigieron a buscar alimentos.
“Fue una locura: se agotó todo incluso en un restaurante que estaba a 30 minutos del lugar”, afirmó.
La emoción de El Cañero
Al evento asistieron al menos un 95% de costarricenses, cuenta el narrador, sin embargo también hubo participación de personas de otros país de Latinoamérica.
“Yo vengo con el eslogan ‘Esto es un pedazo de nuestra Costa Rica en Nueva Jersey”, dijo. Y realmente las personas asistentes lo hicieron sentir como en casa al punto de provocarle el llanto.
“No te voy a mentir: en un momento cuando hice el ingreso y mi presentación, aquello fue una locura. Se me cortó la voz. Llegó una hermana que está en Filadelfia (Elizabeth), mi mamá (doña Flor María González, de 92 años), siempre me da la bendición y esta vez le dijo a ella que fuera a dármela. Hubo un momento en el que se me escaparon las lágrimas, pues noté que después de 35 años de estar en esto hay niños y gente que me sigue queriendo y respaldando: es algo indescriptible”, musitó.
Una vida hecha
Ray Sánchez abre con emoción las puertas de su propiedad para que allí se realice el evento. En el lugar ofrece tours a caballo de una hora, que terminan con un almuerzo de arroz, frijoles y chicharrones hechos a la leña por su esposa, la estadounidense Jennifer Castle. Sin embargo, una vez al año La Finca se abre para recibir a miles de ticos.
“La intención de Zapote USA es traerle a la gente que está aquí un pedacito de nuestro país. Hay ticos que tienen 40 años de estar en Estados Unidos y muchas veces no pueden ir a Costa Rica. Qué mejor manera de hacerlo que con la voz que todos conocemos, que es la de El Cañero”, comentó Ray, quien se asombró al ver tanta concurrencia tras dos años de pandemia.