'Violín de lata' narra con música la esperanza de un mundo que cuida sus recursos naturales

Frente a una naturaleza en decadencia, Teatro La Maga construye un mundo de belleza en el Teatro 1887: títeres de ranas, burros que caminan y la música de un violín lejano. El espectáculo infantil Violín de lata expone a un grupo de animales dispuesto a recuperar su bosque de las fauces de la contaminación ambiental.

La obra de teatro es una de las ganadoras del certamen de Producciones Concertadas de la Compañía Nacional de

Teatro y será estrenada este sábado 15 de julio a las 11 a. m.

Las funciones familiares serán repetidas los sábados y los domingos hasta el 6 de agosto. Los horarios de presentación serán a las 11 a. m. y a las 4 p. m en el Teatro 1887 (dentro del Cenac). Las entradas cuestan ¢2.500 para niños y adultos mayores; ¢5.000 para el público general.

La historia de Violín de lata fue escrita por la autora y dramaturga María Bonilla en un libro de cuentos del mismo nombre. La obra fue publicada en la década de 1980 y, tras más de tres décadas sin otra edición, fue impresa nuevamente por la editorial Poiesis el año pasado.

Como un regalo, el texto llegó de las manos de Bonilla directamente a las de la hija recién nacida de la directora de Teatro La Maga, Silvia Arce.

"Comenzamos a leer los cuentos y a pensar que podía realizarse una adaptación escénica para esas historias. María Bonilla realizó la adaptación escénica para que yo la montara", explicó Arce por teléfono. "Son los sucesos de la vida entorno a un charco, el hogar de la vida de unos animales que están comenzando a notar una sensación extraña que no estaba en el bosque".

La producción de Teatro La Maga tiene música original interpretada por un ensamble que acompaña el montaje como "un personaje más", según dijo la directora. La musicalización fue realizada por el guitarrista Emanuel Fallas Morales y en la interpretación de la obra aparecen canciones en viva y poemas.

"Para mí, el aporte más importante es esa unión entre música, teatro y la parte poética que le regala la música al espectáculo", afirma Arce.

Entre los valores que expone la obra infantil se encuentran "la convivencia en armonía con el medio ambiente, la búsqueda de lo bello en medio del caos y la contaminación".

"Dentro de la historia, para mí como directora, también está la importancia de tratar de encontrar algo bello dentro de tanta contaminación y la pérdida de amor por los recursos naturales. Todavía tenemos la posibilidad de organizar nuestra vida en el charco, en el bosque, en el entorno en el que vivimos y tratar de impactar positivamente a los otros", dijo Arce.

Sin embargo, en esa búsqueda, la perseverancia de los personajes de la obra no basta para cerrar la historia.

Arce describe que Bonilla pide a sus lectores ayuda para imaginar el final de su cuento y que, entonces, la obra de teatro hace lo mismo con su audiencia: quienes pueden imaginar el final más feliz para los animales del cuento son los mismos niños.

"Es una obra interactiva. De alguna manera le pediremos ayuda al público para que se resuelva la situación. Nosotros, como personajes, no sabemos cómo dar la mejor solución (del problema) y ellos que han seguido la historia nos puedan dar una pista para organizar una", explicó Arce.

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Violín de lata tendrá funciones desde el 15 de julio y hasta el 6 de agosto, en el Teatro 1887 (Cenac). Los horarios de presentación son sábados y domingos, a las 11 a. m. y a las 4 p. m. Las entradas cuestan ¢2.500 para los niños y adultos mayores; ¢5.000 para el público general. Para realizar reservaciones puede llamar al 8835-8372.