José Aguilar cree en la bondad de las personas y piensa más bien que los jóvenes muchas veces son malinterpretados por los adultos.
Por eso, Aguilar creó la Fundación Acción Joven en el 2006, para trabajar con muchachos que, por sus difíciles condiciones socioeconómicas, están en riesgo de abandonar la educación secundaria.
Con la referencia de que este psicólogo era un “carajo terriblemente terco”,
En el colegio me quedé en conducta, pero me pasé a un colegio donde no me etiquetaron y me dieron otra oportunidad. Me di cuenta de que las personas que se comprometen y escuchan marcan una gran diferencia. Cuando estudié psicología, también me chocó ver la actitud de indiferencia y poca solidaridad que hay; entonces decidí hacer algo al respecto.
Lo que hagamos o dejemos de hacer tiene un efecto dominó. Es decir, vos podés empujar las fichitas del dominó con una actitud de indiferencia o de solidaridad. Esto influirá en otros, aunque, después de la tercera ficha, ni te darás cuenta del efecto que has causado.
Nosotros trabajamos con los chicos de sétimo y décimo de los colegios públicos, y hacemos talleres dinámicos en los que ellos plantean, desde su perspectiva, cuáles son los principales problemas del colegio en el que están.
Empezar. En mi visión romántica de la vida, pensaba que, como era un joven que se iba a dedicar a ayudar a otros jóvenes y a mejorar la educación, me iban a dar plata y apoyo, pero fue muy complicado al inicio. Debí lidiar con la burocracia y cumplir peticiones infinitas de documentos que después me perdían. El financiamiento también fue difícil en el comienzo.