San Rafael de Heredia. Dos grandes portones de madera bajo el rótulo “Motilonia” se abrieron ayer de par en par para dejar salir a un furgón que transportaba cuatro esferas de piedra precolombinas hacia la sede del Museo Nacional en Pavas.
Esas cuatro esferas forman parte de un numeroso lote de 108 piezas precolombinas decomisadas ayer en una lujosa residencia de San Rafael de Heredia.
Esta vivienda perteneció a Harry Mannil Laul, un ciudadano de origen estonio que se movió entre Costa Rica y Venezuela y a quien se le señaló por presunta colaboración con los nazis desde su puesto en la Policía política de Estonia, de 1941 a 1942, durante la ocupación alemana de ese país.
Casado con Masula d’Empaire, Mannil visitó Costa Rica al menos desde la década de 1970. Aquí lo sorprendió la muerte en enero pasado. Aunque en febrero del 2003 se le había prohibido ingresar al país por las sospechas de su colaboración con los nazis, la medida fue anulada poco después.
En la mira. El estonio figuraba en la lista del Centro Simon Wiesenthal por colaborar con los nazis en la persecución de judíos y comunistas. En una entrevista concedida a La Nación en el 2007, Mannil admitió haber trabajado durante cuatro meses en la Policía de Seguridad de Estonia, y dijo que su trabajo consistía en luchar contra el comunismo.
“Tras la salida de las tropas del Ejército Rojo, quedaron células de sabotaje y espionaje. Nuestro trabajo era encontrar esas células y llegar a fondo, porque ellos eran enemigos del pueblo estonio”, declaró en ese momento.
En esa oportunidad, el director del Centro Simón Wiesenthal, Efraim Zuroff, aseguró a este diario que Mannil estuvo involucrado en la persecución de civiles por razones étnicas y políticas.
Sin embargo, el estonio negó cualquier participación en crímenes contra la humanidad y calificó las acusaciones en su contra como “falsas” y “temerarias”.
Mannil había declarado no tener propiedades en Costa Rica. Dijo que una finca en San Rafael de Heredia, donde residía –en la cual se realizó el allanamiento de ayer–, así como otros terrenos que sumaban 839.000 metros cuadrados, pertenecía a una sociedad cuyas acciones eran de sus hijos.
Mannil también fue conocido como coleccionista de arte. Según un libro editado en la University of Chicago Press, tuvo la colección privada más grande de arte precolombino en Venezuela.
La revista ARTnews lo calificó en 1997 como dueño de una de las 200 colecciones privadas más importantes del mundo.
Mannil también fue miembro del Consejo Internacional del afamado Museo de Arte Moderno de Nueva York, en EE. UU.