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Cambios. A principio de año, un grupo de expertos sugirió variaciones para mejorar la concha acústica. Carlos González. (CARLOS GONZALEZ CARBALLO)
El Teatro Nacional comenzará en diciembre la modernización de su escenario, en las cuales se invertirá n ¢295 millones.
Las obras incluirán un refuerzo estructural tanto para la caja escénica como el piso del escenario, así como la colocación de un nuevo y más fuerte piso para esta zona.
Según informó la administración del teatro, el nuevo piso estará conformado por diferentes capas que podrán ser cambiadas según el espectáculo que se presente. Por ejemplo, cuando se realice un concierto con una orquesta, se usará una superficie sólida y cuando sea para danza, será blanda. En todos los casos, podrá soportar 750 kilogramos por metro cuadrado.
Los trabajos, que comenzarán a final de año, incluirán un diseño eléctrico para el escenario, con le objetivo de que pueda atender las necesidades tecnológicas más modernas.
Adriana Collado, directora del Teatro Nacional, explicó que todas estas modificaciones se harán basadas en una “evaluación estructural del sistema de tramoya” realizada por el ingeniero Orlando Gei Brealey.
Luego de las primeras modificaciones vendrán otros cambios como la colocación de 40 motores en la tramoya y la instalación de una nueva concha acústica, con el fin de mejorar la calidad del sonido dentro de la sala.
Esta última mejora se realizará con base en las recomendaciones hechas por el ingeniero especialista en acústica Jaume Soler; el ingeniero mecánico Cristian Ezcurdia y el director acústico Christopher Blair, integrantes de la empresa estadounidense Akustiks.
Panificación. Collado explicó que cada parte del proyecto será programada para llevarse a cabo en épocas de poca actividad para la sala.
“Hacerlo todo junto nos supondría tener el teatro cerrado seis meses, así que nos toca hacer un equilibrio entre patrimonio y gestión artística, pues el otro año, además el Festival Internacional de la Artes, habrá espectáculos que únicamente se podrán presentar en nuestra sala”, aseguró.
En cuanto al presupuesto para hacer las obras, la primera etapa (¢295 millones) será financiada con recursos propios de la sala capitalina.
Los ¢700 millones restantes vendrán también del presupuesto del teatro, con apoyo de recursos del Gobierno central, patrocinadores y una campaña de recolección de fondos.
“La modernización del teatro es una operación a corazón abierto. Cuando abrimos el escenario, abrimos el corazón del teatro. Hay que tocarlo con delicadeza. Para el próximo año, también nos quedarán otras tareas como la mejora de los sistemas de sonido, los detectores de humo y la colocación de aspersores”, acotó.