“Vemos que hay mucho talento en Costa Rica. Las chicas tienen condiciones físicas naturales y muy buenas para la danza clásica. Te quedas con ganas de que existiera una escuela nacional acá”, aseguró la mitad del Mexico City Ballet, la bailarina, coreógrafa y maestra Yazmín Barragán.
Barragán y su compañero de la misma compañía, el cubano de nacimiento Jasmany Hernández, son los invitados internacionales del II Festival de Ballet de San José.
Su trabajo en esta edición se ha repartido entre las clases y los ensayos de una coreografía con 25 bailarines –23 mujeres y dos hombres– que cerrará el festival este domingo.
El elenco bailará el popular Huapango , del mexicano José Pablo Moncayo.
La función será a las 5 p. m. en el Teatro de la Danza. Las entradas cuestan ¢11.000 en www.publitickets.com.
Contemporáneo. Barragán y Hernández trabajaron juntos en la Compañía Nacional de Danza de México. Hernández se formó en el la Escuela Nacional de Ballet de Cuba y Barragán en la Escuela Nacional de Danza de México. Ambos son bailarines clásicos.
En el 2014, conformaron su compañía Mexico City Ballet. A la fecha, su trabajo con ballet contemporáneo ha recibido un premio Luna del Auditorio Nacional en el 2015 y, ahora, esperan los resultados del mismo premio para el 2017.
“Compartíamos la idea de bailar y generar un repertorio diferente”, aseguró Hernández. “En México hay dos vertientes: el ballet clásico y la danza contemporánea (...). Lo que no existe es el ballet contemporáneo. Hacemos fusión con danza contemporánea, ballet y hip-hop , y otro tipo de movimientos”.
Sobre su experiencia de clases y montaje con el Festival de Ballet detallan que encuentran mucho “talento”.
“Aquí el denominador común es la pasión y las ganas de aprender”, aseguró Hernández. “La proyección artística de las personas que vimos no está puesta en duda”, añadió. Ambos bailarines elogian la posibilidad de unir a los bailarines de ballet de Costa Rica bajo un mismo festival. Sin embargo, lamentan que falta estandarización en la manera en que todos ellos reciben lecciones de danza.Hernández recuerda lo importante que es formar el cuerpo de los intérpretes desde edades tempranas. Una de las diferencias fundamentales que tiene la disciplina de ballet con otros estilos como la danza contemporánea.Para Barragán, el bailarín de ballet requiere el compromiso del estudiante, de la academia, del profesor y de los padres. Piensa que escuelas y conservatorios le dan a los bailarines “una carrera” que pueden dejar crecer mientras mejoran su arte. “Las escuelas privadas siguen viendo al ballet como un hobbie”, lamenta. Los directores del Mexico City Ballet coinciden en que continuar con proyectos como el suyo y como el Festival de Ballet de San José es vital para fortalecer a creadores, artistas y el gusto del público en espectáculos de danza clásica.