El parque de Desamparados cambió su cara. Todos los días, desde media mañana, escultores costarricenses tomaron ese sitio con grandes bloques de madera, sus instrumentos y pusieron manos a la obra.
Este sábado, gran parte de sus trabajos ya habían tomado forma y eso hizo que fueran de mayor disfrute de quienes se acercaban al lugar. Una asistente fue Soledad Bonilla, de San Miguel de Desamparados.
“Yo salí a andar en bicicleta y no me imaginé encontrarme esto, pero apenas lo vi me bajé de la bici y comencé a tomarles fotos. Si ver las esculturas terminadas es bonito, ver cómo las están trabajando es mejor”, manifestó.
Jorge Obando, otro vecino de la zona, aprovechó también para hacerles preguntas a los escultores y aprender más de su obra.
“El arte es de lo más bonito que tenemos y ver esto cerca de la casa no tiene precio”, aseguró.
Para el escultor Manuel Alvarado, hacer esculturas frente a la gente aumenta el valor de la expresión que hay en el arte.
“El arte trata de expresar y comunicar lo que no puede decirse con palabras y, cuando se hace frente a la gente, sube mucho el valor educativo. La gente aprende y uno aprende de ellos y, eso, lo hace más valioso”, concluyó.
Los artistas continuarán con su trabajo, este domingo, en el parque de Desamparados.