Novecento no era cualquier pianista, de él se dijo que era el mejor pianista del mundo, capaz de crear las más bellas melodías, aunque nunca nadie le enseño a tocar el instrumento; y desde esta noche le tocará a Mauricio Astorga recrear esa maravillosa aventura en la obra
La puesta en escena se presentará en el Teatro 1887, este drama del italiano Alessandro Baricco, es dirigida por Luis Fernando Gómez; además, cuenta con la actuación de Magdiel Ramírez.
Lo maravilloso de la historia, en palabras del protagonista, es lo esperanzadora que resultará para el espectador. Mediante este drama, con ligeros tintes cómicos, se verá como la amistad, la solidaridad y el amor son valores importantes en la vida de cualquier persona
“Me parece que
Para él la historia de un niño que aparece dentro de una canasta, sobre el piano de cola de un transatlántico y que llega a ser el mejor pianista del mundo, resultaba sencillamente irresistible.
Este joven creció al amparo de uno de los empleados de la embarcación. Su talento al piano llega a ser motivo de asombro, pero lo que termina de transformarlo en una historia única, es que Novecento (Mauricio Astorga) nunca ha puesto un pie en tierra firme.
Las razones que justifican el actuar del protagonista es todo un enigma. Sin embargo Tim Tooney, su amigo y trompetista en el vapor Virginian, dará las claves que ayuden al público a descifrarlo.
Pero en esta producción decidieron convertir en diálogos esas narraciones, sin cambiar ni una sola palabra del texto.
También el director Gómez incluyó un segundo personaje, interpretado por Magdiel Ramírez.
“Desarrollé un personaje clown que hace un contrapunto, para dar un toque mágico y absurdo”, afirmó el director.
La tarea de Astorga es dar vida a Tim Tooney, personaje encargado de contar la historia de su amigo pianista; adicionalmente dará vida a otros 14 personajes, incluido al propio Novecento.
Mientras que Ramírez con su personaje
“Con Luis Fernando trabajé en la limpieza de los personajes, él puso énfasis en trabajar cada uno con detalle, que fueran distintos entre sí, en esos detalles se ve la mano del director. También puso atención a las transiciones entre personajes, porque se hacen solo con la voz y el cuerpo”, aseguró el protagonista.
El trabajo del equipo fue duro, para lograr un buen resultado. Gómez añadió que el texto del escritor italiano es de un gran realismo y belleza poética difícil de interpretar, pero muy profundo.
“Era un reto lograr que la gente se entretuviera, sí es un reto, pero no solo para Mauricio, sino para mí, porque tenía que inventar muchas cosas, que la actuación no cayera y se mantuviera viva; ahora el público dirá”, reflexionó el experimentado director.
Astorga sabe que este trabajo es distinto a las comedias en las que la audiencia lo vio en el pasado, pero confía que quienes disfrutan del teatro como quienes conocen su trabajo en televisión puedan verlo en esta faceta, una que resulta retadora para él.