Dos luchadores unirán a su familia en el ring

El filme de David O. Russell, que estará a partir de hoy a los cines costarricenses, cambia de nombre casi en cada país: El peleador, El ganador, El luchador y, en inglés, The Fighter.

No obstante, detrás de estos títulos, la historia conmovedora de lucha, pasión, humor, drama y amor es la misma y fue vivida en carne propia por toda la familia Ward, de Massachusetts, Estados Unidos.

La trama de la película se basa en la leyenda del boxeo de peso ligero Micky Ward, y su hermanastro Dicky Eklund – interpretados por Mark Wahlberg y Christian Bale respectivamente– quienes se unen en el ring en una lucha que no solo les da la gloria en el deporte, sino la redención de su núcleo familiar.

El peleador, como se nombró para efectos de la cartelera de cine nacional, fue galardonada con dos premios Óscar, dos Globos de Oro y dos premios del Sindicato de Actores, en las categorías de mejor actor y actriz secundaria, por el papel de Melissa Leo, como madre de Micky, y Christian Bale, como boxeador, entrenador y hermanastro del protagonista.

Una historia en el ring. En la memoria de muchos amantes del boxeo aún perdura la historia de “cuento de hadas” de Micky Ward, y que ahora revive en esta gran producción para la pantalla grande.

La película arranca con la etapa de boxeador que tuvo Dicky, quien era considerado el orgullo de la ciudad por sus enfrentamientos feroces contra luchadores de la categoría de Sugar Ray Leonard, antes de que Micky cobrara protagonismo.

Dick, quien actualmente tiene 53 años, fue conocido por su tenacidad, su estrategia y su velocidad, pero afronta tiempos difíciles en su carrera; y Micky, por el contrario, es apenas un luchador incipiente con un potente gancho izquierdo, al cual su madre Alice (Melissa Leo) le maneja la carrera.

Micky es un tipo bueno, sensible, callado y un romántico enchapado a la antigua; es apodado El trueno irlandés por sus repentinas explosiones de energía; no obstante, siempre termina derrotado en el ring.

En uno de esos enfrentamientos, Micky casi muere, por lo que su novia Charlene (interpretada por Amy Adams) lo trata de persuadir para que se aleje de su numerosa familia fracturada –la cual, algunos críticos comparan con un clan de la mafia irlandesa– y del pasado de drogas y violencia de su hermano Dicky.

Las intenciones de Charlene no cobran frutos, pues el destino le presenta a Micky la oportunidad de pelear por el título y él decide tomarla, aceptando que necesitará la fortaleza y las estrategias de su hermanastro y de toda la familia para lograrlo.

Así, en la esquina del cuadrilátero se unirán Micky, Dicky, Charlene, Alice y toda la familia Ward, para ver a Micky triunfar en una de las cadenas de victorias más sorprendentes de este deporte.

“De la nada, Micky se convertirá en un campeón, conocido como un luchador resistente y leal, que peleó la batalla más difícil de todos, por su familia”, indica un comunicado de prensa emitido por Romaly, distribuidora del filme en el país.

En producción.El peleador fue filmado en las calles de los barrios obreros de Lowell, Massachusetts, donde se dieron los hechos.

El rodaje duró solo 33 días, pero se llevó tres años de preparación, pues para escribir los primeros borradores del guion, Paul Tamasy y Eric Johnson pasaron mucho tiempo en Lowell, entrevistando a todos los relacionados con la historia

La idea de llevar la historia de Micky Ward y Dicky Eklund a la gran pantalla fue del mismo Mark Wahlberg, protagonista del filme, quien había querido desde hace mucho tiempo hacer una película sobre ellos, y esa fue una de las razones por las que el actor fue escogido para ser parte del elenco.

“Desde el momento en que empezamos a buscar información acerca de la historia, sabíamos que Mark quería interpretar a Micky. Micky siempre ha sido uno de sus héroes y conocía esta historia mejor que cualquier otro”, indicó Todd Lieberman, productor del filme, a Romaly.

Por su parte, el director del filme, David O. Russell, ha sido aplaudido por la crítica por no solo enfocar la historia de estos dos hermanos en el cuadrilátero –como usualmente sucede–, sino por ir más allá y mostrar tanto el drama familiar como los problemas de drogas y adicciones de Dicky, quien incluso estuvo en la cárcel y terminó arruinado.

También desarrolló muy bien el intento de Micky por reconciliar a su familia con la mujer que ama.