“Eres una gran mujer”, “Eres una campeona” y “Te admiramos” fueron algunas de las frases que asistentes al funeral de Gerardo Zamora comenzaron a gritarle a Ginnés Rodríguez en las afueras de la iglesia Inmaculada Concepción, en Heredia, este domingo 9 de abril.
La periodista solo sonreía conmovida ante las muestras de cariño de las personas, muchas a las que ni siquiera conocía, pero que estaban ahí mostrándole su apoyo.
En medio de aplausos, la presentadora, quien se aferraba a sus hijos y los abrazaba conmovida, finalmente dio unas palabras para agradecerles por acompañarla a ella, a su esposo y a su familia en el proceso.
“No tenía planeado hablar... no puedo, pero quiero decirles que gracias por tanto amor”, dijo la presentadora de Informe 11, mientras sostenía un par de rosas blancas.
Minutos más tarde, la periodista dijo sentirse fortalecida y en paz, a pesar del momento.
“Duele mucho, duele respirar, duele abrir los ojos... duele mucho; pero yo espero que con Dios podamos ir pasando este momento. Sé que mis hijos necesitan ver una mamá que sale adelante, que podemos llorar, que podemos estar tristes, que es parte del proceso, pero yo sé que ellos están muy preocupados por mí y quieren cuidarme mucho”.
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Rodríguez agregó que ahora les dice a sus hijos que el mejor tributo que le pueden hacer a su papá es ver la vida con el el vaso medio lleno.
“Tenemos que ver la vida medio llena. Él siempre será el gran amor de mi vida”, aseguró.
Ginnés Rodríguez y Gerardo Zamora cumplirían 13 años de matrimonio el próximo 17 de abril. La pareja se había dado el “sí” una tarde de sábado del 2010 en la iglesia María Auxiliadora, en Heredia.
Previo a su matrimonio, la pareja tuvo una relación de de ocho años. Formalizaron su vínculo en el 2002, cuando él le pidió que fueran novios.
Zamora falleció la noche del miércoles 5 de abril a causa de un paro cardíaco que sufrió en la casa de su madre, luego de batallar por tres años con un tumor meningioma en su ojo derecho —una masa benigna—, que en su caso, se había vuelto a formar en reiteradas ocasiones y no daba tregua.