Del 31 de marzo al 5 de abril, los estudiantes del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) Fernando Villacis, Michael Pérez y Luis Badilla, representarán al país en la ciudad de Porto, Portugal, durante la Competencia Internacional Universitaria de Programación (ICPC, por sus siglas en inglés), la más importante en esta categoría a nivel mundial.
Durante la misma, a cada equipo, conformado por tres estudiantes, se le asignan entre diez y quince ejercicios, que deben resolver en un periodo de cinco horas. Estos problemas requieren de la aplicación de la lógica, conceptos matemáticos y algoritmos de programación.
En la competencia participan 128 equipos, entre ellos de universidades prestigiosas como Oxford, Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), la Universidad de Shanghai Jiaotong y la Universidad Estatal de Tecnologías de Información, Mecánica y Óptica de San Petersburgo (ITMO, por sus siglas en ruso), conocida por ganar la competencia en siete ocasiones.
El Tec participará por primera vez en este certamen.
Cuando se les preguntó a los estudiantes sobre su opinión de enfrentar universidades de tanto peso a nivel mundial, se mostraron seguros de sí mismos y los conocimientos que han adquirido. Además, enfatizaron que es la ocasión perfecta para aprender más, conocer nuevas técnicas y maneras en que entrenan los equipos más experimentados.
“Lo vemos como una oportunidad, estamos muy emocionados, no nos creemos menos porque sabemos que somos capaces de hacer un buen papel”, dijo Michael Pérez, estudiante de la carrera de Ingeniería en Computación del Tec.
Para Byron Rojas, profesor a cargo de la agrupación, hacer frente a los equipos rusos y chinos -que entre ellos han ganado las últimas 10 ediciones- no es imposible, pero sí muy difícil por el tipo de preparación que llevan estos equipos desde la educación media.
“Aquí en Costa Rica es un proceso que apenas acabamos de empezar y la idea es poco a poco madurarlo para que podamos tener equipos mucho más preparados (...) yo creería que poder llegar a hacer al menos cinco ejercicios ya sería una excelente participación, hacer los 13 es bastante difícil”, agregó.
Sin embargo, el profesor explicó que la idea no es quedar en el último lugar sino tener una buena participación y asegurar un campo para el país en futuros campeonatos.
En cuanto al ganador, este se determina según la cantidad de problemas que el equipo pueda resolver en el periodo asignado, con el menor número de errores resaltados por el jurado. El primero en resolver un problema recibirá $600 y el campeón de cada región $1.000.
Los primeros 20 equipos podrán estudiar cualquier carrera o posgrado en más de 60 universidades del mundo.
Preparación
Esta no es la primera vez que estos estudiantes participan de un evento de este tipo. En el 2017 formaron parte de la competencia regional y, aunque no lograron clasificar, su profesor es entusiasta en que la experiencia obtenida durante el desafío es invaluable.
De igual manera, formaron parte de un campamento de entrenamiento llevado a cabo en Cuba para mejorar sus habilidades de programación.
“La práctica es fundamental. Entre más ejercicios hagan y más se expongan a retos difíciles, más van a aprender y a crecer”, explicó Rojas.
Una vez sabido que formarían parte de ICPC, los jóvenes comenzaron un entrenamiento más intensivo al que, según relató Pérez, dedican cerca de 18 horas semanales. Durante este periodo de preparación se retoman ejercicios de finales anteriores, realizan competencias internas dos a tres veces por semana y colaboran con diversos entrenadores o quienes han tenido experiencias similares a ellos.
“Es una responsabilidad porque vamos a representar no solo a Costa Rica sino a Centroamérica y a nuestra carrera. Ojalá todo este aprendizaje que nosotros tengamos motive a otras personas a participar de estas cosas”, finalizó Luis Badilla.