Los fuertes aguaceros con rayería caídos esta semana en San José, Puriscal, Alajuela, Heredia y otras regiones del Valle Central, así como en Puntarenas y Guanacaste serán para el recuerdo. Desde el año 1900, en que el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) comenzó con su registros, nunca había llovido tanto en un mes de marzo, al que aún le quedan dos semanas, las cuales se prevén mucho más secas.
Luis Fernando Alvarado, coordinador de Climatología del IMN dijo que a pesar de estar en plena temporada seca, durante la primera quincena de marzo los intensos aguaceros en gran parte del país excedieron las tradicionales lluvias de los caficultores.
El martes 14 de marzo la capital experimentó unas lluvias de 56,2 mm. Ese es el segundo aguacero más fuerte para un mes de marzo desde 1900, solo superado por el del 5 de marzo de 1929, es decir hacía 94 años que los josefinos no veían en marzo una lluvia así. La estación de cerro Burío, en Aserrí, registró un monto aún mayor pues llegó a 71 mm.
Entre las particularidades de estas precipitaciones está el hecho de que lograron extenderse a Guanacaste, la provincia más seca, donde en redes sociales muchos celebran que haya más agua para los pastizales de las fincas, mientras que para muchos turistas resulta sorpresivo no poder disfrutar tardes soleadas o realizar caminatas en bosques y montañas, debido a las lluvias constantes.
La agricultura también tiene sobresaltos con esta variación, pues el café, algunas legumbres y el tomate, son parte de los cultivos que se ven afectados.
El marzo más lluvioso en San José
FUENTE: Climatología IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Sin terminar el mes, ya en al menos 10 estaciones meteorológicas se han superado los niveles de lluvias de marzo todos los registros. Además de la ciudad de San José, las estaciones de Goicoechea, Montes de Oca, la ciudad de Puntarenas y el distrito peninsular de Paquera son parte de las que nunca habían tenido un marzo así.
En Guanacaste ha llovido siete veces más de lo normal. En tanto, en el distrito puntarenense de Paquera, donde el promedio histórico de marzo es de apenas 4,5 litros por metro cuadrado (milímetros), ya han caído 106 mm., ha llovido 24 veces más que el promedio mensual, de modo que porcentualmente es la zona más lluviosa.
La meteoróloga del IMN, Karina Hernández, confirmó que en el Pacífico norte del país en todo marzo el promedio es de 6 mm., mientras que solo en la primera quincena del presente mes cayeron 44 mm.
Para los vecinos de San José y quienes a diario cruzan la capital para trabajar o estudiar ha sido poco usual escuchar tanta rayería, ver calles anegadas y las aceras llenas de gente con sombrillas y paraguas en plena estación seca.
Y es que marzo del 2023 lleva un monto parcial de 112 mm, que es el más alto de todos los marzos desde 1900. El promedio para la capital es de 24 mm.
“Lo extraordinario esta vez ha sido la duración de varios días consecutivos, la intensidad y la extensión espacial de los aguaceros”, dijo Luis Fernando Alvarado, quien afirma que la fase final del fenómeno de La Niña, influye en el cambio de condiciones experimentado este mes.
Rebeca Morera, meteoróloga, agregó que para este sábado todavía en la tarde se esperan lluvias aisladas, similares a las de este viernes en el Valle Central, Guanacaste y en el Pacífico central y sur.
Afirmó que será hasta el domingo cuando se espera un cambio para el Valle Central y Guanacaste, que volverían a las condiciones secas. Destacó que estos aguaceros no representan el inicio de la temporada de lluvias, sino un breve receso de la estación seca.
El adiós de La Niña
Aunque varios centros climáticos internacionales ya dieron por finalizado el Fenómeno de La Niña, que en Costa Rica trae más lluvias en el litoral Pacífico y el Valle Central, la realidad es que en nuestro país sus efectos se iniciaron más temprano y finalizan más tarde que en otras latitudes.
Alvarado dijo que las temperaturas del océano Pacífico ya volvieron a la normalidad, pero no así la atmósfera, la cual apenas está respondiendo a los cambios en el mar, por lo tanto, no se puede descartar que algunos efectos propios de La Niña persistan por varias semanas más, pero con la tendencia a disminuir y desaparecer gradualmente.
Recordó que La Niña y El Niño son fenómenos de acople mutuo entre el océano y la atmósfera, y que Costa Rica está expuesto a los efectos directos e inmediatos de La Niña, debido a que tenemos costas en el océano Pacífico, de ahí que para que finalicen totalmente los efectos en el país es necesario que ambos, océano y atmósfera vuelvan a la normalidad, ya sea en forma simultánea o desfasados.