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El OIJ investiga si este carro, que apareció quemado a 4 kilómetros de los apartamentos baleados, fue usado por los pistoleros para escapar del sitio. Foto: Reiner Montero.
Más de un centenar de balazos, muchos de ellos de un fusil AK-47, recibió la pared de un local de apartamentos en el centro de Guápiles en lo que parece ser una advertencia de bandas locales.
Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Guápiles, el caso se investigó de oficio, pues nadie quiso interponer la denuncia y se desconoce quién es la persona ofendida.
El tiroteo ocurrió a eso de las 11:30 p. m. del jueves, 50 metros al sur de la entrada principal del Liceo Bilingüe de Pococí.
La Policía recogió en el sitio del tiroteo más de 100 indicios balísticos.
A escasos cuatro kilómetros del sitio, en la calle sin salida llamada El Tractor, que comunica con una finca ganadera de Toro Amarillo, los agentes del OIJ encontraron tirado un carro que tenía orden de captura, pues al parecer fue sustraído en La Unión de Cartago.
Los bomberos fueron alertados minutos después del tiroteo por el cuidador de una finca que escuchó una explosión y luego vio el Nissan Sentra en llamas.
El hombre, que prefirió no identificarse, explicó que a eso de la medianoche se escuchó un vehículo a gran velocidad que pasó por la vía empedrada y de difícil acceso. Segundos después escucharon la explosión.
Pococí experimentó el año pasado una escalada delictiva y un aumento en la cantidad de asesinatos, razón por la cual fueron enviados más policías a ese cantón, que es el tercero más grande del país.
El año pasado de los 116 asesinatos en la provincia de Limón, 33 ocurrieron en Pococí.
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