
Texto original publicado por La Nación el 14 de mayo de 1972
Tres hombres peligrosos por su historial delictivo se fugaron a comienzos de semana de la cárcel de la Isla San Lucas. Cómo lo hicieron y cuánto vivieron en el mar, apenas sostenidos a flor de agua por una pequeña balsa, lo cuenta Ugalde Elizondo, conocido como “Papas”, según declaraciones que está suministrando a la policía que insistentemente lo interroga.
“Papas” cuenta que planearon la fuga por meses, especialmente la forma de obtener dinero, cigarros, agua dulce y algunos alimentos. El día del escape el mar estaba tranquilo. Durante varios días cuidaron una balsa, que no era otra cosa que un tronco de esa madera. Los tres se encontraron a determinada hora de la noche de luna llena en una de las playas menos vigiladas, tras burlar a los guardias.
Ugalde aseguró que esa noche fue de tragedia. Su compañero Araya Barquero había sido operado del hígado, así que el cansancio se presentó a pocos minutos. Con un brazo tomaban la balsa, con otro intentaban nadar. “Había que ayudar (a Araya) para sostener su cabeza fuera de la superficie”, dijo “Papas”. El dinero y los cigarros se los llevó el mar.
En la madrugada llegaron a Paquera. Asegura que nadie los detectó. Cuando se le pregunta qué se hicieron sus compañeros de fuga, responde que no sabe, y sólo vio que agarraron montaña adentro. Él decidió que, al no tener dinero, debía trasladarse a San José a pie, a pesar de estar casi sin dormir ni comer. Caminó por la carretera de El Roble, de ahí a Barranca pero en ese lugar, un ex guardián del penal San Lucas que viajaba en un bus lo reconoció y al primer teléfono que encontró llamó a la Comandancia.
Los oficiales Guadamuz y Ramos se armaron de fuertes ametralladoras y se dirigieron al sitio señalado. Alrededor de las 11 a. m. de ayer, “Papas” fue puesto manos arriba bajo el puente sobre el río Barranca. El prófugo no hizo resistencia, por el contrario, levantó las manos y comenzó a caminar lentamente en dirección a la policía. Su primera exclamación fue: “Qué tirada. Apenas me faltaba un año para pagar mi condena en San Lucas”.
En otras noticias:
Velan restos de Braulio Carrillo 127 años después de su muerte
Los restos exhumados del exjefe de Estado costarricense Braulio Carrillo Colina son velados en la Asamblea Legislativa de El Salvador, 127 años después de su muerte, en 1845. Fueron trasladados desde La Sociedad, San Miguel, hasta esa capital. Mañana a las 7 a. m. los llevarán en un carruaje hasta el aeropuerto de Ilopango.
En el avión de la fuerza aérea salvadoreña que trae los restos, viene una delegación que hará su entrega, en el aeropuerto Juan Santamaría, 16 guardias civiles han sido entrenados para que bajen el pesado ataúd y lo coloquen en un vehículo que lo llevará hasta la Asamblea Legislativa.
Tanto el presidente José Figueres como el gabinete y miembros de los otros poderes, se darán cita en el aeropuerto para esta ceremonia, en que el doctor Armando Arias, presidente de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, entregará los restos al licenciado Gonzalo Facio, ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica.
Marineros soviéticos desafían a Estados Unidos
Los marineros soviéticos que se hallan en el bloqueado puerto de Haphong, enviaron cablegramas a Moscú asegurando que las minas y las bombas de Estados Unidos no lograrán inmovilizar sus barcos, según informa la agencia oficial de noticias TASS.
“Los agresores estadounidenses no intimidarán a nuestros marinos. Las acciones agresivas de los imperialistas de Estados Unidos no detendrán las naves que enarbolan la bandera de la Unión Soviética”, expresaba un radiograma enviado desde la motonave Morshansk.
TASS informó que los capitanes de los barcos del Mar Negro, Babushkin, Michurin y Balashikha, comunicaron haber sido testigos de los bombardeos aéreos sobre el puerto de Haiphong. “Nuestro marineros permanecieron tranquilos, haciendo gala de absoluta serenidad”, detallaron.