El proceso de secado de la laguna en el cráter del volcán Poás muestra en los últimos 15 días unos ciclos de ebullición que levantan hasta unos 40 metros de altura el barro del fondo, formando lo que se conoce como colas de gallo o erupciones en forma de ciprés.
El vulcanólogo Eliécer Duarte, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), informó de que son erupciones inofensivas, que forman parte de lo que históricamente se ha visto en ese volcán cada vez que se seca el cuerpo de agua.
Según dijo, el Poás es una escuela a cielo abierto para científicos y visitantes, porque en tiempo despejado pueden tener la suerte de ver el lodo subir en borbollones asimétricos, así como variaciones de color y capacidad de la laguna.
Las erupciones se producen con mucha regularidad. La mañana del martes pasado, por ejemplo, Duarte registró una cada media hora y, según el informe de volcanes de este viernes, la actividad se mantiene.
Rl origen de esa actividad surge de una especie de ductos en lo profundo, por donde sale el calor emitido por el magma, que estaría a una profundidad de entre tres y cinco kilómetros.
Al interactuar ese vapor con el agua fría de lluvias acumaladas en el sistema volcánico, se producen las erupciones que levantan el lodo por entre tres y cinco minutos.
Además de la actividad de borbollones grises, surge otra exhalación de vapor en una segunda ruptura cercana. La temperatura de las fumarolas ronda el punto de ebullición del agua, es decir casi 100 grados Celsius.
Las plumas que solo contienen vapor logran elevarse hasta un kilómetro o más. Cuando el cielo es azul son reportadas por personas desde diversos puntos del Valle Central
Por ahora, el lago está próximo a desaparecer y se redujo a un 30% en el sector que cubre el antiguo domo. La sismicidad es constante y de baja frecuencia.
No existen evidencias de erupciones con piedras ni cenizas, solamente las emanaciones inofensivas tipo géiser, que los visitantes disfrutan desde el mirador.
El científico afirmó que este proceso cambiará en cuestión de semanas, cuando se seque la laguna y entonces los sedimentos finos del fondo podrían salir hacia la atmósfera en las columnas de gas y afectar de alguna forma los pastos y cultivos de algunas fincas cercanas.