Guápiles, Pococí. Dos siglos y dos días de cárcel: esa fue la condena que se impuso a Gílberth Pérez Masís por violar a dos de sus hijas entre 1999 y el 2007, cuando las víctimas tenían seis y ocho años.
El padre se aprovechó de que las menores crecieron con él –pues la madre las abandonó cuando eran muy pequeñas– para abusar de ellas, indicó la fiscala adjunta, Edna González. La familia residía entonces en Ticabán, Pococí.
Añadió que una de las niñas tuvo un hijo de su propio padre.
El Tribunal de Pococí sentenció a Pérez a 202 años de prisión por 24 delitos de violación y seis delitos de abusos deshonestos en perjuicio de cada una de las víctimas. Las menores no lo habían denunciado antes porque su padre las amenazaba.
Si la sentencia queda en firme, Pérez no descontará más de 50 años de cárcel, pena máxima aquí.