Es un problema cíclico. Hay tiempos en los que se mejora gracias a ciertas políticas de procesamiento rápido, de manera que las personas dejan de tener pendiente la resolución final.
”El país se ha caracterizado por tener un bajo número de presos sin condena. En muchos países de América Latina, el 80% o más de los presos esperan juicio; en algunos países, ese juicio nunca llega. En Costa Rica, esto nunca ha sido así de grave, pero sí ha habido buenas épocas, en las que hemos tenido menos del 20%.
Desde hace ya mucho tiempo se encarcela cada vez más gente. En 1990 teníamos una tasa de 100 a 110 presos por cada 100.000 habitantes. Eso se duplicó. Ahora manejamos tasas de 220 ó más presos por 100.000. Una tasa de crecimiento que en 20 años se duplicó es una clara decisión política, legislativa y judicial de encerrar más gente. Esta es una realidad.
Es un número especialmente negativo de conformidad con los esfuerzos que hemos hecho. No es bueno para el país tener tanta gente esperando juicio porque, además, es un asunto que vigilan los organismos internacionales.
Eso puede ocurrir porque son más los tribunales que tienen, en agenda, juicios a seis meses o a un año vista. En Cartago me dan la mala noticia de que ya programan juicios para octubre del 2011. Veremos qué hacemos con Cartago. Hay que tomar medidas, pero igual deben estar varios tribunales en el país.
Puede tener razón don Francisco en los números que dio. Nosotros hemos hecho esfuerzos muy grandes desde hace años a través del programa de oralidad para reducir los tiempos de duración de la judicialización. Si alguna falla podemos reconocer, sin el menor tapujo, es que se suspenden muchos debates.
Puede ocurrir que el imputado no llegue, que la prueba esté fallando; es decir, que los testigos no puedan venir. Es un conjunto de factores que gravitan para que los debates no se realicen.
La Corte me encomendó darle seguimiento a este fenómeno y monitorear qué puede estar pasando, para la toma de decisiones.
Es parte de lo que nosotros estamos tratando de medir. Un tribunal debe hacer, al mes, 25 juicios en el mejor de los casos. Yo tengo datos de que se está muy por debajo de la media. Hay que reconocer que en algunos tribunales se hacen muy pocos juicios y se utiliza mucho tiempo para terminar un juicio sencillo. Esta es una autocrítica que yo estaría en condiciones de manifestarle a usted.
Formulamos un protocolo que no permita abusar de los tiempos fijados para realizar debates; no manejar asuntos, que pueden ser sencillos, en una semana o dos; que todos los jueces trabajen uniformemente. Si hay un imputado y tres testigos, el juicio debe durar más de una mañana. Si son dos imputados y seis testigos, puede tomarse un día, o día y medio.
”En fin, conforme a la complejidad de un asunto, les damos indicaciones. Los jueces deben saber que no se puede abusar del tiempo de realización de un juicio que debe efectuarse por el principio de inmediación, de la manera más compacta posible y más célere: de lo contrario, se afecta el servicio.
Esos casos habrá que verlos muy bien. Yo le digo con verguenza que una persona no debería esperar, aun en libertad, tres años para la realización del juicio. Si esto sucede es porque estamos teniendo graves problemas para resolver algunos casos.