Una banda que operaba en Jacó obtenía elevadas ganancias con la venta de drogas a turistas que se hospedaban en casas de lujo de la zona.
Así lo dio a conocer este miércoles por la mañana el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de 11 allanamientos que permitieron la captura de 11 personas, entre ellos un oficial de la Fuerza Pública.
Casas y dos restaurantes que eran utilizados como mampara para vender las sustancias ilícitas fueron parte de los sitios a los que ingresaron los agentes judiciales..
Los líderes del grupo, apellidados Quintero (colombiano) y Méndez (costarricense), se encargaban de definir la cantidad de droga que se comercializaría en cada sitio, la hora (la venta era más fuerte se daba después de las 8 p. m.), la identificación de clientes extranjeros y los precios.
Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, explicó que otro de los sujetos aprehendidos en los despliegues vivía en Limón y era quien se coordinaba con los cabecillas de la organización el suministro de los estupefacientes desde el Caribe.
"Ellos tenían proveedores establecidos. Desde Limón coordinaban el traslado hacia Jacó y ahí definían las cantidades que se colocaban en búnkeres y las entregas directas que haría cada uno a clientes importantes", mencionó Espinoza.
De acuerdo con la investigación del caso, la agrupación funcionaba desde inicios del 2017 en la zona y establecía los precios según la capacidad adquisitiva de cada comprador.
"El precio para los turistas aumenta y la droga es más cara en las zonas costeras; sin embargo, no tenemos cuantificado el precio o las ganancias", agregó el jerarca judicial.
Una mujer de apellidos Estevez y de nacionalidad dominicana también ejercía labores de liderazgo en el grupo criminal, precisó Espinoza.
Los otros detenidos se identificaron con los apellidos González, Bedoya, Flores, Pérez, Zúñiga, Chavarría, Rojas y Adanis. Los primeros tres son colombianos, el cuarto nicaragüense y los demás ticos.
Avisos fundamentales
El oficial de la Fuerza Pública detenido, de apellido Rojas, tenía un papel clave dentro de la organización, ya que se encargaba de avisar sobre los retenes u omitía las revisiones a miembros de la banda cuando le correspondía.
"Trabajaba en la delegación de Tárcoles y les avisaba (a los líderes) sobre los retenes por sospechas de transporte de droga", contó Espinoza.
Rojas viajaba en bicicleta y estaba a 500 metros de la delegación en la que laboraba cuando fue aprehendido por la Policía.
Entre las evidencias recolectadas en los allanamientos de este miércoles hay $3.000 y ¢1,6 millones en efectivo; así como marihuana comprimida, éxtasis, crack, cocaína, armas de fuego y municiones.
También se incautaron de una motocicleta y un vehículo, que eran utilizados para el transporte de la droga.
La Fiscalía informó de que solicitará seis meses de prisión preventiva ante el Juzgado Penal de Garabito contra los 11 sospechosos.
El caso continuará en investigación bajo el expediente 16-000153-0077-PE.
Información actualizada a las 5:35 p. m. con datos del OIJ y la Fiscalía.