Alajuela. “Ojalá que la Policía no se vaya, por que si no, vuelven a tirar balazos...”.
Tales palabras, dichas por un escolar de ocho años, reflejan el miedo que viven cientos de vecinos en Santa Rita de San José de Alajuela, lugar que, en los últimos dos meses, ha sido escenario de continuas balaceras por la disputa que libran tres bandas narco por el control de las ventas en el sector.
La última se produjo ayer, poco después de las 10 a. m., y obligó a que la Escuela Santa Rita, donde estudian 460 niños, suspendiera las clases.
El director del centro educativo, quien pidió la reserva de su nombre por temor, afirmó que no sabe qué pasará hoy. “Los maestros están citados. Lo que no sabemos es si los padres van a mandar a sus hijos. Hay mucho miedo”, expresó.
Radiografía. Santa Rita está asentada en una calle de un kilómetro de largo que corre paralela al río Itiquís. En los últimos 30 años, se abrieron allí varias alamedas, a cuyos lados se construyeron casas. En la calle principal hay viviendas en buen estado, pero cerca del río, se yerguen decenas de tugurios.
En Santa Rita existe un sector de unos 100 metros, conocido como Infiernillo. Allí, en los años 1990, surgió un grupo que se dedicó a la venta de drogas. En abril del 2001, la Policía Judicial detuvo a 16 personas vinculadas a esa banda, llamada los Zamora. Once fueron condenados, entre ellos, el líder, Roberto Zamora Pacheco. Tras salir de prisión, este hombre fue asesinado en El Coyol de Alajuela, el 9 de enero del 2010.
Mientras Zamora estuvo preso, el grupo siguió operando, pero se enfrentaba con otra banda llamada los Maracuyá, liderada –según la Policía– por un individuo que se separó de los Zamora. Entre el 2004 y el 2006, hubo varios enfrentamientos a balazos entre ambos grupos.
Más recientemente apareció una tercera banda, de nombre los Gabinos. A consecuencia de esa [[BEGIN:INLINEREF LNCPGL20150512_0010]]guerra entre pandillas[[END:INLINEREF]], este año, las autoridades contabilizan ya tres asesinatos y al menos seis heridos de bala.
Pelea por control. Rándall Picado, jefe de la Fuerza Pública de Alajuela, manifestó que esas tres agrupaciones tienen “desde hace meses, un pleito por el dominio en la venta de drogas (...), que ha terminado en enfrentamientos a bala entre ellos y, cuando la Policía interviene, también le vuelan bala”.
Agregó que esta situación preocupa a la gente, pues “las balaceras son intensas”. La Policía ha encontrado, luego de esas refriegas, cerca de 500 indicios balísticos. “Lo peligroso es la cercanía de la escuela y de las casas, donde vive gente honrada y trabajadora”, agregó Picado, quien añadió que este problema ha sido analizado con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Adjunta de Alajuela.
“Espero que pronto se tomen acciones más decisivas. Mientras tanto, nosotros vamos a seguir aquí. Hoy (ayer) se dio una balacera. Salen cinco metros de las alamedas, a la calle principal, disparan y luego se meten en cualquier casa. Uno no puede ver en cuál, ellos saben dónde cubrirse. Cuando intervenimos, controlamos las alamedas y se calma”, manifestó Picado.
En cuanto a los individuos que realizan los disparos, se trata, al parecer, de jóvenes.