El mar se desbordó unos 40 metros del litoral de la costa en bahía Wafer, en la Isla del Coco, el viernes a las 7 p. m.
Así lo reportaron varios guardacostas del lugar al oceanógrafo-físico Omar Lizano, quien señaló que, a pesar de que a esa hora había marea alta, las aguas rebasaron el perfil de la playa.
“Me dijeron que se metió hasta la caseta del teléfono público en bahía Wafer”, dijo.
Según Lizano, cuando fue el terremoto de Samoa –octubre del 2009–, en el Pacífico sur, sucedió lo mismo con el mar en la Isla.
No obstante, el oceanógrafo afirmó que nunca antes había visto cosas tan raras después de un terremoto.
Manifestaciones. Los pobladores del Pacífico norte reportaron ayer en la mañana que cerca de la media noche del viernes, las mareas fueron muy inusuales.
Guillermo Quirós, oceanógrafo, explicó que a la bahía Potrero, en Guanacaste, arribaron olas secundarias provenientes del tsunami en Japón.
“Este fenómeno secundario es una manifestación de la gran cantidad de energía disipada por el evento sísmico-marino”, comentó el experto.
Además, indicó que en la Marina Flamingo, los guardacostas le avisaron que les preocupaba que la marea subía y bajaba cada diez minutos. De hecho, una onda se llevó varios yates del lugar.
“La evidencia testimonial, expresada por observadores, nos permite afirmar que tuvimos un real tsunami sobre el Pacífico norte de Costa Rica, a la medianoche del viernes”, aseguró Quirós.
Lizano, por su parte, expresó que las réplicas del terremoto generaron varias ondas más.
“Se han dado 83 réplicas después del terremoto, con valores hasta de siete grados”, añadió.
“En la simulación del tsunami he visto reflexiones que se dan en las costas cuando la onda choca con las islas y genera otras ondas hacia varias direcciones”, dijo.