Los dos asaltantes que irrumpieron armados en un aula de la Universidad Técnica Nacional (UTN) para robarle a un grupo de alumnos descontarán tres meses de prisión preventiva, según ordenó este jueves el Juzgado Penal de Alajuela. Se trata de un sujeto de apellidos Rojas Gutiérrez y otro apellidado Miranda Solano, quienes figuran como sospechosos de cometer el delito de robo agravado.
La Fiscalía Adjunta de Alajuela indicó que los imputados llegaron a bordo de una motocicleta para cometer el asalto. “Se cree que Rojas ingresó a una de las aulas, donde se encontraba una profesora junto a cinco estudiantes. En apariencia, el sospechoso sacó un arma de fuego y amenazó a la docente, luego habría exigido a las personas que entregaran sus pertenencias”, describió el Ministerio Público.
Explicó que de esa manera el hombre se apoderó de un bolso, un celular, una computadora y sus accesorios, un reloj, un juego de aretes, entre otros bienes de las víctimas. Luego salió del lugar y abordó la motocicleta, la cual, aparentemente, era conducida por Miranda.
Sin embargo, tras una alerta por medio del servicio de emergencias 9-1-1, un grupo de oficiales de Fuerza Pública inició una persecución y minutos después ambos fueron detenidos en Tuetal Norte de Alajuela.
El caso se investiga bajo el expediente 23-002444-0057-PE.
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La universidad indicó que aunque refuerce sus protocolos de seguridad y la vigilancia por cámaras de video, nada bastará para la emergencia que vive Costa Rica, por lo cual, urge medidas interinstitucionales para atenderla.
Reflejo de la situación país
Para el rector de la Universidad Técnica Nacional, Emmanuel González, la ola criminal que enfrenta el país explica el lamentable intento de robo que sufrieron sus estudiantes universitarios el lunes pasadas las 6 p. m. en la UTN de Alajuela.
El jerarca confirmó a La Nación que es la primera vez que sucede algo así en la casa de enseñanza. Históricamente, solo habían tenido pocos problemas con personas que ingresaban en la noche por ventanas o pasillos para robar algo pequeño, en silencio, pero nunca se habían enfrentado a delincuentes que irrumpieran en clases con pistolas al final de la tarde.
“Aquí lo que tenía uno era gatos caseros que se metían en la noche por una ventana y cuestiones de ese tipo, pero ya este otro tipo de violencia se enmarca en todo el contexto nacional e internacional que estamos viviendo. Hoy el problema número uno en Costa Rica es morirse por violencia del crimen organizado. Lo dicen las estadísticas, ¿cuándo el país ha tenido estos indicadores?”, detalló el rector, al indicar que la falta de acciones contra esta escalada delictiva tiene al país contra la pared.