“La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido”, decía el famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez, quien justamente escribió Cien Años de Soledad, el libro favorito del director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, quien falleció este miércoles, a los 54 años.
En el caso de Espinoza, sus compañeros de trabajo, amigos y familiares honrarán la frase del escritor. “Gracias por servir al país y por ayudar tanto a nuestra institución y a cada uno de sus funcionarios. Nunca te olvidaremos”, son algunas de las palabras que externaron en las últimas horas.
LEA MÁS: Falleció Walter Espinoza, director del OIJ
Una falla cardiaca ocasionó la muerte de Espinoza la noche del miércoles 2 de noviembre, mientras se encontraba en su casa en Heredia. A las 11:18 p. m. el departamento de comunicación de la institución confirmó la noticia y en ese momento se iniciaron los preparativos de lo que sería la despedida de un “héroe”, como lo llamó el propio OIJ. Pero, ¿quién era Walter Espinoza?
Espinoza nació en Heredia el 31 de enero de 1968, hijo de Walter Espinoza, quien ya falleció, y de Virginia Espinoza. Estudió en la Escuela Pedro María Badilla y en el Colegio Carlos Pascua, ambos centros educativos en San Rafael de Heredia.
En 1985 inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Costa Rica (UCR), de donde se graduó como licenciado en 1990. Posteriormente obtuvo un posgrado en Administración de Justicia en la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA).
Amante de la lectura y de pasar tiempo con su familia, Espinoza ingresó al Poder Judicial como agente fiscal y en 1994 se integró a la Unidad Especial contra el Narcotráfico del Ministerio Público. En el 2000 fue nombrado fiscal adjunto contra el narcotráfico, asumiendo las investigaciones de lavado de dinero y en el 2011 fue nombrado fiscal adjunto contra la delincuencia organizada.
No obstante, fue hasta el 1.° de diciembre del 2015, que fue nombrado por la Corte Plena como el décimo director general del OIJ, cargo que desempeñó hasta el día de su muerte. “Quienes han trabajado a su lado son conocedores de su capacidad de líder y humanidad. La institución lamenta profundamente su muerte”, comunicó el OIJ.
Como se lee al inicio, su libro favorito era Cien Años de Soledad, por lo que valoraba cada minuto que podía dedicarle a la lectura. “Lo que más me gusta hacer es estar con mi familia. Leer me ayuda a crear mundos paralelos, a cultivar la imaginación, construir universos diferentes y entender realidades de otros países. Desde muy niño me ha gustado”, comentó Espinoza a La Nación durante una conversación en enero.
Durante esa sincera charla, el funcionario también externó que su trabajo no terminaba al salir de la oficina. “Uno llega a la casa con preocupaciones que no se quitan con el hecho de salir del despacho. Hay presiones que se prolongan por muchas horas: temas de investigaciones, presiones externas, problemas de presupuesto, situaciones difíciles... Son circunstancias que afectan la paz personal. Pero para eso está el té de tilo y la conversación con la familia, que de alguna manera hace más llevadera la situación”, mencionó.
LEA MÁS: ‘Un verdadero héroe ha partido’, la frase con la que el OIJ despide a Walter Espinoza
En ese momento, Espinoza reveló cómo fue para él el proceso de postularse para la dirección general del OIJ y que su familia fue un pilar importante para tomar la decisión, así como sus colegas. “Mis amigos y mis compañeros me decían que me postulara, así que me dejé seducir por esos consejos y bueno... Aquí estoy”, recordó en aquel entonces.
Espinoza veía las investigaciones “como el nacimiento de un hijo”, pues “es una labor de planificación muy fuerte y uno se siente con todo el orgullo y la emoción”. Entre las más trascendentales bajo su dirección destacan: el clan Turesky, el caso Azteca, el caso Cochinilla y el caso Diamante.