Las personas que insistan en ir a las playas en medio de la emergencia nacional que se vive por el nuevo coronavirus, pueden ser multadas con ¢450.200, confirmó el Ministerio de Seguridad Pública.
La advertencia se da porque la Semana Santa suele ser usada por los costarricenses para visitar las costas del país; sin embargo, como en este momento la situación es complicada, las autoridades aseguraron que van a ser implacables con todo aquel que se atreva a irrespetar las órdenes sanitarias de quedarse en casa.
La primera acción de los oficiales, indicaron, serán pedirles a los vacacionistas que se retiren del sitio, sino lo hacen proceden con la multa y, eventualmente, hasta podrían detenerlos y abrirles una causa penal por desobediencia, la cual tiene una pena de hasta tres años de cárcel.
Seguridad citó en un comunicado que solo el fin de semana pasado los policías desalojaron a 127 personas que estaban en las playas, principalmente de Guanacaste y Limón. Cuando observaron la presencia policial, estos obedecieron y se retiraron del lugar.
Ejemplo de ello, fue lo que ocurrió en Matina de Limón, cuando Guardacostas desmantelaron un campamento que habían hecho cuatro personas en esa zona.
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Este martes y miércoles también tuvieron que expulsar a turistas de esas dos provincias.
En ese sentido, el director general del Servicio Nacional de Guardacostas, Martín Arias, aseguró que se les aplicará “todo el peso de la ley por su actitud irresponsable”.
Pero esta medida no solo aplica a las personas que ingresen a las playas, sino que también va dirigida a quienes estén navegando con barcos o lanchas sobrecargadas de pasajeros. Para ello, Guardacostas mantendrá operativos en altamar.
Por su parte, Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública, hizo un llamado a la ciudadanía para que respeten las medidas sanitarias impuestas.