El Tribunal de Apelación de Sentencia de Cartago anuló un fallo de enero de este año que absolvió a una mujer, a quien el Ministerio Público acusó de matar a su esposo.
En la resolución, que adoptaron el 30 de agosto los jueces Rónald Cortés Coto, Guillermo Sojo Picado y Jaime Robleto Gutiérrez, se ordena al Tribunal de Juicio de Pérez Zeledón realizar un nuevo debate.
El caso que se juzga es la muerte del estadounidense John Félix Bender, de 46 años, ocurrida el 8 de enero del 2010, en el cuarto piso de una costosa residencia ubicada en una finca de 1.000 hectáreas en Florida de Barú de Pérez Zeledón. Como imputada en el proceso figura la también estadounidense Anne Maxin Patton, de 42 años.
Fabio Oconitrillo, defensor de la acusada, consideró que con el fallo “le están dando una ventaja indebida al Ministerio Público, pues ahora tendrá la posibilidad de presentar en un debate nuevos peritos para que contradigan a los peritos que presentaron en el juicio”.
Agregó que le queda una serie de sinsabores con la apelación y esperará tranquilo el nuevo debate.
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Anne Maxin Patton, esposa de John Félix Bender, alegó ser inocente durante el juicio realizado en enero pasado. Patton afirmó que su esposo fue el que se disparó y que incluso ella trató de impedirlo. | LUIS NAVARRO/ ARCHIVO LN (Luis Navarro)
Bender murió al recibir un balazo en la cabeza. Al momento del disparo, solo se encontraba en la habitación su esposa, quien desde un inicio alegó que él se suicidó.
Empero, para la Fiscalía y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la autopsia y la prueba de balística hacen presumir que la muerte fue homicida.
Argumentos. El Tribunal de Apelación de Sentencia de Cartago afirmó que el Tribunal de Juicio valoró erróneamente, cuando dictó la absolutoria, algunas de las probanzas recibidas durante el debate.
El Tribunal de Apelación aceptó la impugnación que presentó el fiscal adjunto de Pérez Zeledón, José Efraín Sanders Quesada.
Los jueces de Apelación critican que sus colegas de primera instancia no analizaron pormenorizadamente las inconsistencias de la versión de la imputada. Agregan que partieron del hecho de que no hay prueba que la contradiga, pues no había ninguna otra persona en el cuarto matrimonial, cuando ocurre el disparo que da muerte al estadounidense Bender.
También cuestionan que el Tribunal no evaluara que el ofendido tenía tapones en los oídos, tres almohadas debajo de su cabeza, y estaba con sus piernas flexionadas.
Consideraron que eso “da una idea clara de que (Bender) se encontraba en posición de dormir, algo que llama la atención, pues no es lógico ni acorde a la experiencia que quien se va a quitar la vida, se aliste para dormir y luego decida dispararse”.
Para los jueces de Apelación “tampoco se puede descartar que la imputada le haya disparado al ofendido cuando este dormía, como lo indica la tesis fiscal”.
Otro elemento que les generó inquietud fue que “al ofendido no se le encontraron residuos de pólvora en sus manos, lo que hace dudoso que haya disparado el arma” .
Por el contrario, afirmaron que “a la imputada no se le encontraron tampoco residuos suficientes de pólvora deflagrada en sus manos, (pero) la propia sentencia explica que la imputada se limpió sus manos con unas servilletas en las cuales sí fue encontrada esa sustancia. Servilletas que fueron halladas en el sillón del segundo piso”.