El 23 de diciembre de 2022, una pelea entre un hombre y su hijastro terminó en tragedia con la muerte a tiros de este último. El Tribunal Penal de Alajuela dictaminó una sentencia de 10 años de prisión para el homicida, luego de que este reconociera los hechos y se sometiera a un proceso abreviado.
El fatal suceso tuvo lugar en la calle Zamora de Santa Rita de Alajuela, un área conocida por su alto nivel de conflictividad y apodada como el Infiernillo.
Deivid Josué Araya Rojas, la víctima, se encontraba caminando por las calles de Santa Rita alrededor de las 7 p. m. cuando su padrastro, sin ninguna justificación aparente, lo golpeó en el rostro con la culata de un arma de fuego y posteriormente le disparó dos veces en la cabeza, provocándole la muerte instantáneamente.
Al día siguiente, la policía arrestó al responsable, identificado como Christopher David Morales Jiménez, quien en el momento de los hechos tenía 30 años, uno más que su víctima.
El fallecido, de 29 años, era originario de Alajuela y padre de una niña de 12 años La causa de la agresión nunca trascendió.
El 11 de enero se llevó a cabo la audiencia en la que Morales fue condenado después de admitir los cargos. En virtud del procedimiento especial abreviado, se le impuso una pena de diez años de prisión. Esta decisión consta en la sentencia N° 07–2024, dictada por el juez Freddy Calderón, la cual quedó firme este mes.
Otro caso
Otro caso reciente ocurrió en Alajuela en el 2023, cuando un sujeto de apellido Urrutia habría asesinado a su hijastro de solo cuatro años, con complicidad de la madre del menor.
Por este caso ya fue condenada Luisa Rodríguez Méndez, quien fue detenida el día de la agresión contra su hijo. El 11 de enero de este año la mujer aceptó los cargos y se sometió a un proceso abreviado en el que le dictaron 27 años de cárcel, mientras que el padrastro del menor se encuentra en fuga desde el 28 de enero del 2023, día en que ocurrió el homicidio del niño en Sabanilla de Alajuela.
Según la evidencia recabada, el niño falleció luego de ser agredido por su mamá y padrastro, ambos nicaragüenses, quienes le causaron trauma de tórax, trauma craneocefálico, fractura de costillas, fractura de clavícula, laceraciones de hígado, hemorragias, traumas en la boca, pérdida de dientes y una fractura en el antebrazo derecho. Por ser una persona indefensa y por el ensañamiento, la pena dictada contra la mujer fue muy alta.