Ha transcurrido más de un año desde que un enorme portón metálico le cayó en la cabeza a una niña de 8 años y a su acompañante en la escuela José Ana Marín Cubero, en Vázquez de Coronado. Desde entonces, la chiquita recibe atención psicológica, terapia ocupacional y ha sufrido decenas de citas en el dentista por las severas secuelas del golpe.
La familia de la menor y la otra mujer afectada, de apellidos Vargas Allard, decidieron denunciar al director del centro educativo y al Ministerio de Educación Pública por lesiones culposas, pero el Ministerio Público solicitó que la causa se archive, pues “no reúne los elementos objetivos del tipo penal”, es decir no califica como un hecho punible.
“Se estima que no existió por parte del imputado (de apellido Chacón) una falta al deber de cuidado debido a una omisión”, agrega la solicitud de sobreseimiento definitivo planteada por la Fiscalía y de la cual La Nación tiene copia.
Los hechos se remontan al 21 de setiembre del año pasado, cuando la niña ingresaba al centro educativo en compañía de la joven Vargas, quien era la encargada de trasladar a los estudiantes en el microbús hasta el portón de ingreso.
En ese momento, un funcionario del centro educativo abrió el portón corredizo, pero el mismo no tenía tope, no había nada que detuviera el avance de la pesada estructura, la cual se salió del riel y le cayó encima tanto a la niña como a la joven.
Al momento de la emergencia, ambas fueron trasladadas por la Cruz Roja en condición delicada a la Clínica de Coronado y luego a otros centros médicos para intervenirlas quirúrgicamente.
Debido al incidente, a la menor se le quebró la nariz, se le rompió el paladar y perdió algunas piezas dentales superiores. Los doctores en el Hospital de Niños tuvieron que reconstruirle la nariz y el paladar. Por su parte, Vargas requirió una intervención debido a las lesiones en su cabeza.
Un mes después de estos hechos, Carlos Cartín, abogado de las afectadas, acudió al Segundo Circuito Judicial, en Goicoechea, para denunciar director, ya que considera que era él el encargado de velar por el correcto mantenimiento de las instalaciones. Sin embargo, la Fiscalía estimó que ese era el deber de la junta administrativa del centro educativo.
“Por conocimiento común, la junta administrativa, como su nombre lo dice, administra los fondos, pero quien decide cómo se invierten es el director. Él hace la solicitud y luego la junta decide si acepta o rechaza (...) En un video que grabó Teletica se ve al director junto a dos personas más soldando el portón después de que ocurrió eso”, cuestionó el abogado.
Cartín criticó que el fiscal a cargo no revisó las pruebas aportadas y por eso estimó que el caso se debió a un hecho fortuito. “Si a mí después de que analizan la prueba me dicen que hay sobreseimiento, está bien, pero ¿cómo van a determinar si es un caso fortuito, es decir, que el portón se cayó por un accidente, si no se analiza el video y si no se traen a los testigos?”, manifestó.
El abogado asegura que planteará una enmienda jerárquica ante el fiscal coordinador o el fiscal adjunto para que revoquen la solicitud de sobreseimiento.
“Yo le voy a pedir que hagan una investigación y que, si al final de que se recaben las pruebas, el Ministerio Público considera que efectivamente hay que sobreseer, que sobresea, pero que primero me analicen las pruebas”, alegó el abogado.
Si la enmienda no prospera, el expediente pasará al Juzgado Penal, donde el juez determinará si se archiva definitivamente el expediente 22-002586-0175-PE, o dicta una disconformidad y devuelve el asunto a la Fiscalía para que se revise nuevamente.
Citas todas las semanas
Yahaira Mora, madre de la niña, manifestó su tristeza por la decisión de este órgano judicial y narró un poco cómo la vida les cambió después del accidente, ya que todas las semanas deben acudir a diferentes citas.
“Tiene citas con psicóloga, terapia ocupacional y con el dentista, entonces son muchas citas seguidas. A ella le ha afectado bastante, pero ella va saliendo poco a poco adelante, pero sí, ha costado un poco y ahí vamos”, dijo la señora, en entrevista con La Nación.
En el caso de las citas al dentista, doña Yahaira manifestó que debe apoyar a su hija para que continúe, pues muchas veces la menor llora por el dolor que debe atravesar en el momento de las intervenciones.
“Me dice ‘yo no quiero ir al dentista, eso me duele mucho’, es que como son (los dientes de adelante), la maltratan, lo normal. Seguramente, como a ella le pasó tanto en el cielo de la boca, lo tiene muy sensible”, acotó la madre.
El abogado agregó que la joven de 20 años tiene un trauma pues cuando se le habla del tema entra en una crisis nerviosa. “En el caso de la menor, ella va a quedar con traumas. Eso no lo digo yo, lo dice el Hospital de Niños”, concluyó Cartín.
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