La familia de Marjorie Soto, la maestra que falleció en San Rafael de Heredia el 20 de noviembre de 2015, quiere la pena máxima para el acusado de atropellarla y huir de la escena.
Este martes, durante la fase de conclusiones que se sigue por este caso en el tribunal Penal de Heredia, el abogado de los familiares, Federico Campos, solicitó al Tribunal Penal de Heredia la pena de ocho años de cárcel para el sospechoso, identificado con el apellido Ramírez. Mientras tanto, la Fiscalía pidió una condena menor, de cuatro años de prisión.
Según explicó Campos a La Nación, su solicitud de condena obedece a las acciones del acusado durante y después del crimen.
“De acuerdo a la gravedad de los hechos y al comportamiento que tuvo el imputado inmediatamente después de sucedido el hecho reflejan un claro menosprecio por la vida”, manifestó el abogado, alegando que el sujeto huyó del lugar primero, pero regresó tres veces a observar el accidente y luego se alejó definitivamente.
Esto se puede corroborar mediante diversas grabaciones de seguridad proporcionadas por la familia de la víctima, las cuales fueron recopiladas con la ayuda de vecinos y establecimientos cercanos al lugar del incidente.
En relación a la pena solicitada por el Ministerio Público, Campos aseguró que es “muy leve” en comparación con la conducta del sospechoso.
Además de la pena, la familia de Soto pidió una indemnización por un total de ¢318 millones por daños materiales y morales en favor del hijo, quien tenía 6 años en el momento de los hechos, y su esposo, Mario Chaves.
El crimen y la lucha de la familia
El día de su fallecimiento, la maestra, de 44 años, se dirigía a pie hacia la escuela en la que trabajaba con la intención de celebrar el Día del Maestro. Sin embargo, un individuo a bordo de un vehículo deportivo de alto cilindraje la atropelló de manera abrupta, lanzándola varios metros en el aire y provocando su muerte de forma inmediata.
Tanto las grabaciones de las cámaras de seguridad como los testimonios de los vecinos permitieron identificar al acusado, un joven conocido en la localidad, que tenía a su nombre un vehículo Mustang gris que, tras el incidente, presentaba daños en el parabrisas.
El caso, según Campos, llegó a los tribunales gracias a la perseverancia del esposo de Soto, quien luchó para evitar que se archivara la investigación, pues en una primera audiencia preliminar hubo un sobreseimiento en favor del sospechoso. Según la representación de la víctima, este ocurrió por una limitada investigación de la Fiscalía de Heredia.
Luego de presentarse más pruebas, en diciembre de 2022, Chaves fue informado de que el caso finalmente sería llevado a juicio en 2023. A través de numerosas publicaciones en sus redes sociales, el hombre expresó el dolor que la pérdida de la educadora causó tanto a él como a su hijo.
Hasta la tarde de este martes, el juicio continuaba en la etapa de conclusiones, por lo que se desconoce cuándo se dictará la sentencia.
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