
El excónsul de Costa Rica en Nueva York, Otto Roberto Vargas Víquez, fue exonerado de cualquier responsabilidad por el ingreso a Costa Rica, entre los años 2000 y 2004, de vehículos con documentos falsos de emisión de gases.
A esa determinación llegaron la Fiscalía de Fraudes y el Juzgado Penal de Goicoechea, los que desestimaron el proceso penal y ordenaron su archivo.
La pesquisa abarcó los delitos de evasión fiscal, contrabando, falsificación de documento y uso de documento falso.
Este caso se generó cuando, en octubre del 2004, la Policía de Control Fiscal (PCF) del Ministerio de Hacienda, denunció al cónsul Vargas, por autentificar documentos falsos de emisión de gases de vehículos para que pudieran ingresar a Costa Rica.
Tras la pesquisa, el juez Hugo Porter Aguilar ordenó el archivo de la causa, pues, en su opinión, no se logró demostrar la culpabilidad de ningún imputado y, por tanto, sería inconstitucional seguir con el proceso penal.
Otra consecuencia. Otto Roberto Vargas dijo, el viernes anterior, que, luego de quedar en firme la desestimación del caso, presentó una querella contra el entonces director de la Policía de Control Fiscal, Juan Carlos Gómez Sánchez, por los delitos de difamación y calumnia.
Ese proceso se tramitó en el Tribunal Penal de San José y fue dictado un sobreseimiento definitivo a favor de Gómez, luego de que el querellado se retractara, según la sentencia, dictada por el juez Freddy Arias Robles.
En el expediente hay una nota de Juan Carlos Gómez, autentificada por su abogado, Rafael Gairaud Salazar, en la cual asegura: “Usted, don Otto Roberto Vargas, ahora lo sé, nunca tuvo responsabilidad de ninguna especie en los hechos que investigaron oficiales a mi cargo relacionados con certificaciones de emisión de gases (...). Lamento que las afirmaciones a mí atribuidas (...) dañaran seriamente su reputación y honra, motivo (...) por el cual le ofrezco mis disculpas”.